jueves, 30 de octubre de 2008

PALABRAS PARA MANUEL

Hoy llueve y hace frío. Nada anormal en esta época del año. Yo estoy aquí con mi echarpe rosa y mi taza de café escuchando a Yann Tiersen. He vuelto a adelgazar. Dentro de poco sólo seré una filmina de mí misma. Apenas toco ya el piano. Aunque siempre paso la mano con esmero por encima del teclas. Fui una niña terrible. Tocaba el piano y hablaba con un corrección pasmosa siendo un bebé. El niño que no me dará la Fortuna.
Hoy me he levantado entre las mantas como un gato enfurecido. No me apetece ir a clase. No me apetece nada más que estar en la cama en posición fetal. He ido a la biblioteca de casa y no he encontrado nada interesante. Tan sólo el deseo de ser la Hermosa Olimpia desnuda en su cama. A veces caigo de cuadros o me metro dentro de ellos. La hermosa Olimpia era prostituta y yo una meapilas. Pero eso no tiene que ver para que nos parezcamos físicamente en la blancura de la piel.
Hoy presiento un día pesaroso. Mejor sería ir a tomar una copa al "Jazz-Filloa" y dejar que el olor a hierba me embriagara. Pero no, yo debo ser una mujer de moño italiano y gafas oscuras de identidad secreta. El moño italiano da una majestad especial a la mujer que lo lleva. Por eso yo tengo el pelo tan corto. Nunca seré una mujer de moño italiano.
Quisiera perderme para siempre en el puente de Claude Monet: "Le bassin aux nymphéas, harmonie rose". Ese puente que ya he cruzado tantas veces y en el que tantas veces he descubierto mi verdadera carne humana.
Las gotas caen lacrimosamente por el cristal de mi ventana, mientras fumo mi Ducados Rubio y me pregunto qué hubiera sido de mí de haber nacido en la Roma Imperial. Hoy no tengo ganas de ser coherente. Ya ves. Me voy adonde mi mente me lleva. Y yo estoy sobre el puente de Monet pintado y repintado mirando el fondo del estanque. Casí no hay peces, sino una muchacha pálida y cubierta de flores. Triste Ofelia, que navegas sin descanso.
El café se habrá enfriado. Me veo en la taza de café con la cara mal lavada y restos de rímmel. Tengo ansias de mujer doble; por un lado, quiero ser la perfecta señorita, por otra, la perfecta dejada, que diría Sebas. Hoy estoy más por la dejadez que por el señorío. Me aburre. Me deshago. Como una magdalena en el café con leche. Tendré que buscar a Horacio Oliveira para ir a matar charcos esta tarde a la salida de clase. Quizá nos la pasemos con nuestras gabardinas empapadas buscando hilos que conduzcan a casa. A esa Casa donde están Etienne y los otros. Entraremos en un café a fumarnos los últimos puchos y pediremos jerez. Después de haber asesinado un retrato de tizas en el suelo. ¿Cuándo volveré a casa? a mí casa

2 comentarios:

  1. Me imagino el susto que me daría de primeras si de repente salieses de uno de los cuadros de mi casa. Tardaría unos minutos en reaccionar, te lo aseguro, pero a acontecimientos extraordinarios de este tipo no habría que buscarles ni 'cómo' ni 'por qué', lo ideal sería sumergirse en su magia. Ya ves, yo tampoco quiero ser coherente.
    Si lo hicieses, si aparecieses de uno de los cuadros, tendrías que ser Anita Ekber en la Dolce Vita, porque si lo hicieses de cualquier otro, serías una extraña figura abstracta o un gran elefante de la India. Lamento ahora no tener colgada una de esas copias en oleo que pueden comprarse en la calle Rivera de Curtidores de un cuadro de Manet, para que pudieses aparecer como una de sus damas. Olimpia estaría muy bien.

    Tengo que presentarte un dia a Simón Reiriz. Simón habla en los charcos con alguien que hay al otro lado. Habla con 'Simón del otro lado'.Un Simón que siguió otro camino cuando tuvo que elegir. Los dias de lluvia como este, son perfectos para encontrar grandes charcos en caminos de tierra.

    Sabes,no está mal ese contradictorio deseo tuyo de ser. No es posible ser siempre la perfecta señorita. No es conveniente ser siempre la perfecta dejada. Paco Umbral decía que había que ser siempre sublime, pero eso es una solemne tontería.

    Cuando llegue esta tarde a casa, una vez me quite los zapatos y camine descalzo sobre la tarima, voy a buscar dos discos. El primero, de un caballero, por ejemplo, C. Aznavour ( "Que C´est triste Venise" es bonita a pesar de lo muy oida que está) o a Paolo Conte que también es elegante, o si me apuras un dandy como Brian Ferry . Y pongo una solo canción, mañana te digo cual elegí. Y seguido pondré una canción de un maravilloso loco como Devendra Banhart, o de un eterno adolescente como Ariel Rot . Un guiño a esa maravillosa dualidad.

    Un beso muy fuerte.

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  2. wherever i lay my hat, that's my home

    bs

    s

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