sábado, 7 de agosto de 2010

UN POLVO NO ES UN PASAPORTE A MI VIDA

Sabes que, apenas, me conoces,
Aunque pudieras dibujar mi cuerpo palmo a palmo.
Pronuncia mi nombre y
Te daré un dólar por tus pensamientos.
Está claro que no has visto Casablanca.

No tienes ni idea de cómo me llamo,
En cambio, has descubierto mi lunar en el muslo.
Juegas a los viejos amigos conmigo,
Con la camaradería estúpida
De quienes se acaban de conocer
Y no sabes que eso no va conmigo, muchacho.

Sabes que, apenas, me conoces,
Aunque te empeñes en llenarme la copa de Moët & Chandon
Y pretendas hablarme de Miles y de Dizzy
Como un personaje de Rayuela.
Un polvo no es un pasaporte a mi vida.

No tienes ni idea de cómo me siento,
Aunque yo te deje hablar desde mi nube de alcohol,
Pero me importan un carajo las fotos de tu cartera,
Si eres soltero, viudo o divorciado,
Toda esa verborrea de hombre feliz
Que cree que ha encontrado a su reina.

¿Sabes? Apenas me conoces y ya me llamas “cielo”.
Me sostienes la mano entre las tuyas sudorosas
Y ya te crees que soy tu nueva chica.
No, no te equivoques conmigo, muchacho
Que un polvo no es un pasaporte a mi vida
Y el amor es tan sólo una quimera.

Vete y cierra la puerta.

3 comentarios:

  1. UNA GRAN VERDAD, LUCÍA.
    Y UN ABRAZOTE BIEN FUERTE
    KEBRAN

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  2. Bueno muy bueno un placer saludarte un abrazo...

    ledeska

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  3. Fantástico. Cuanta madurez, cuanta dureza, y cuanta, pero cuanta belleza. Me gusta como escribes, y cuando te indignas, como en este poema, cuando te volvés radical y fémina de armas tomar, mejor aún.

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