martes, 1 de febrero de 2011

NO ME PREGUNTES


No me preguntes cómo nos hicimos mayores.
Cómo dejamos de ser dos niños desnudos a la orilla del mar
Y cómo las piedras blancas en los bolsillos eran nuestra moneda.
Soñábamos con despertar abrazados en un mundo sólo para nosotros,
Donde el agua era más clara y bebíamos con las manos llenas de inocencia.

No me preguntes cómo nos hicimos mayores.
Nunca descubrimos el tesoro escondido en la arena
Ni fuimos más que grumetes a las órdenes del sol.
Recuerdo cómo nuestros cuerpos iban cambiando
Sin que nada oscureciera nuestros ingenuos desnudos...

No me preguntes cómo nos hicimos mayores.
Quién robó la esencia de nuestra infancia indiferente al mundo.
Noto el roce de tu barba incipiente y el camino que llevaba a mis pechos de niña.
Nos traicionaron por un universo corrupto que intoxicó las flores y el mar.
Nos quedaron tantas preguntas por hacer...

No me preguntes cómo nos hicimos mayores.
Ahora que duermes serenamente
Sé que las preguntas las creamos nosotros
En una mezcla de hombre y mujer diminutos
Que ahora buscan sus cuerpos desnudos en la cama
En una vuelta a ser niños.
L. Fraga.

3 comentarios:

  1. lloremos hasta que se nos quite la edad, no seamos mayores, limpiémonos de tanta adultez, derribémosla

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  2. la inequívoca tristeza de crecer y no poder evitarlo... la desolación de abandonar un territorio dónde nos sentíamos cómodos y con el poder de un señor feudal...

    saludos

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  3. El eterno no-retorno. Y las preguntas que quedaron a boca de jarro. los rezos en vano a boca de cama. La inocencia perdida y ganada en el cultivo del pasado.

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