viernes, 11 de marzo de 2011

CARA A LA PARED


En la azotea de cemento y ladrillo llora el desnudo de una mujer
Que se arrima a la esquina del pecado como castigo de una vida.
Es su espalda río por el que manan oscuras profecías de multitud de bocas.
Su piel, lamida por los perros, se mantiene firme de cara a la pared.
Bajo sus pies, se esconde tras una alfombra de caucho, el camino.

El camino por el que corren los perseguidos y los olvidados.
Esta figura pretende desaparecer en el corazón de una roca artificial.
¿Qué sostendrá entre sus manos esta mujer de piel de acero?
Sus pies helados, sobre la alfombra de caucho, hablan de otras rutas posibles,
Otros mundos y otras maneras donde esconder las cadenas.

Rompamos las cadenas de hilo que se enredan por los cuerpos.
Esa mordaza silenciosa que coloca un yugo a los amantes,
Que lejos de unirlos, los atenaza con sus invisibles manos asesinas.
La mujer de cara a la pared se acuna como una niña muerta de frío.
Es la desnudez el consuelo de la verdad y de las flores marchitas.

L.Fraga.

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