lunes, 26 de julio de 2010

Somos dos canallas,
hechos a sí mismos.
Dos asesinos de la palabra
que ya no creen ni en Dios ni en su madre.

Somos dos canallas
con un único delito:
tal vez, tomar el nombre de Dios en vano
y escribir poemas que incendian los ojos.

Somos dos canallas
con una sola arma.
El revólver del Verbo que atraviesa
todas las Oraciones de beatas y meapilas.

Somos dos canallas
que olvidamos el "verbo amar"
y, entre tanto,
jugamos al azar de la ruleta rusa,

esperando un milagro o una maldición
que nos devuelva al desparaíso
de tiros certeros y tragos de tequila:
Afilada y canallesca poesía.

viernes, 23 de julio de 2010

EL CHICO DEL VIOLÍN

Suena el "Canon de Pachelbell" en un cuarto cerrado, del que sale la música doliente del violín de su abuelo, un antiguo violinsta que ahora sueña con le idea de hacerse mayor sin hacerse viejo.
Las cuerdas vibran en contacto con los filamentos del arco tenso y un gesto algo fruncido atraviesa la cara del muchacho.La misma cara que ponía su abuelo; la misma nariz judía que emula a Isaac Stern.
Él está sobre los tejados de la adolescencia. Tal vez, ni conozca el musical. Pero algo me dice que pronto escucharé "If I were a richman". Su mente está entre el mundo de las letras y la música, entre Xulio Valcárcel, Chopin y la efervescencia de los 18 años. Desconozco ese otro mundo del que yo carecí, pero que el vive intensamente. Yo siempre he tenido cincuenta años mal llevados con cara de niña.
Reconozco que no tuve las oportunidades y una madre tolerante que él sí ha tenido. No obstante, este encierro en mí misma, me ha servido para leer más de la cuenta y saber más de mí de lo que hubiera querido.

Recuerdo el día del nacimiento de este muchcaho; yo tenía 13 años y me llamaron por los altavoces del colegio. Venían a recogerme para ver al recién nacido. Viajamos hasta Santiago mi hermana, uno de mis tíos y yo. Era mi primer sobrino.

miércoles, 14 de julio de 2010

ME ABRÍ A TÍ

A e.e. cummings

Me abrí a tí,
Cuerpo deseado,
Perdido entre cuerpos.

Me desnudé de mis vestiduras de erizo,
Recelosa del amor,
Para entregarte mi carne abierta al destiempo.
Mis venas te sirvieron de camino
Y mi piel fue mapa geográfico.

Me abrí a ti,
Cuerpo deseado,
Como se abre el hielo llegado el estío.

Dejé que transitaras con tus manos por mis caderas,
Por mi pecho, por mi espalda, por mi pubis.
Hasta llegar al hueco floreciente de mi cuerpo,
Cálido y húmedo,
Donde el deseo se hizo de tu carne penetrante.

Me abrí a ti,
Cuerpo deseado,
Donde la promesa del Amor no es una quimera.

Me entregué a tus brazos, olvidando la cabeza,
Y te miré con los ojos del placer en llamas.
Te besé, tímidamente, primero,
Como un primer beso mal dado,
Mas me inundé de tu boca y de tus labios después.

Me abrí a ti,
Cuerpo deseado,
Como el polluelo que sale del cascarón.

Libaba de tu boca, con la destreza de mi lengua
Y dibujaba con saliva el surco de tus labios.
Luego, besé tu pecho y, lentamente, ensalivé tus pezones
Para gozo silencioso de tus gemidos
Y sentí sobre mi sexo cómo emergía el tuyo.

Me abrí a ti,
Cuerpo deseante y deseado,
“como la primavera abre su primera rosa”.

martes, 13 de julio de 2010

LA PUTA Y EL ACORDEONISTA

Toca el acordeonista una tonada melancólica,
Mientras yo aquí, sola, espero a nadie,
Bebiendo demasiado, vestida como una cualquiera.
Ya no volverás.
Lo sé.

El arcodeón se desgarra como la voz de la Piaf
Y mi corazón se estremece al sentir el frío
De las cristaleras donde escribo tu nombre sobre mi aliento.
Este frío sabe a despertar de madrugada solitaria y a botella.

Sé que ya no he de pensar en ti:¿Te has ido o te vas?
Sólo hay que beber ginebra y reirse de la propia desgracia,
Mientras veo de reojo como un ejecutivo me desnuda con la mirada.
Ven y seremos felices mientras dure la champaña.

El viejo acordeonista retoma, salvador, la tonada
Y ya no quiero Moët & Chandon ni engominada cabeza de lobo estepario.
Aunque me tire del brazo y me llame “¡Puta!”
–“¿Tú sabes lo que me ha costado?”.

No me importa el precio del champagne,
Sino que esta noche no vas a venir, ya no volverás
Y hundo la cara entre ambas manos
Y el rimel se mezcla con las lágrimas en un pañuelo de caballero.

Toca el acordeonista una canción de mi tierra.
Y vuelvo allí donde nací y crecí,
Entre mar, lluvia y piedra.
Ya no has de volver,
Pero todavía me queda mi casa, mi hogar.

Un lugar a donde volver...

lunes, 12 de julio de 2010

LE "BON SAUVAGE"

El niño de arriba no para de llorar. Llora desconsoladamente, llamando a su madre. Llora a gritos, como un condenado a muerte ante la soga. Su madre nunca responde, aunque él la llame con la desesperación que dan dos años y una madre siempre ausente en un mundo de fantasmas descomunales con lustrosos zapatos negros.

El niño de arriba no puede parar de llorar, aunque me despierte con sus gritos de lágrimas salvajes y meta mi corazón en un puño, llamando con voz de garganta desgañitada a la madre que nunca vendrá. Entonces, me encojo en la cama, escuchando las olas de llanto destrozado y trato de volver al estado primigenio.

Por mucho que se empeñen, nadie puede tapar la boca de un niño que sólo sabe llorar. Especulo: ¿malos tratos o un cadáver de infancia que mi cerebro no enterró? ¿Monstruos de la Memoria? ¿Hijos de una mala Ilusión? No. Mi cabeza tartamuda se ha vuelto a despertar, entre los gritos de un niño salvaje y el sudor de las sábanas frías.

Duerme, mi niño, duerme que mamá soy yo. Madre a través de la pared que entona esta nana con el alma para que dejes de llorar. Madre a través de la pared, que cierra los ojos, junta tus manitas y te sube la sábana hasta la cabeza, porque ya no lloras más.
Descansa En Paz.

sábado, 10 de julio de 2010

LOS AVIONES NO DEBEN CAER

De pequeña, me parecía ridículo que los niños del patio de mi guardería saludaran a los aviones, como si éstos fueran a responderles o a contestar algún viajero. Me recordaba a aquel absurdo anuncio de “Tulipán” del que se bajaba un reportero con una rebanada de pan y mantequilla de un helicóptero que rodeaban miles de niños; no sé si por la mantequilla o por el furor aéreo del vehículo. No obstante, con cinco años es triste no saludar a los aviones. Pero yo fui una niña-vieja.
Me cabreaba aún más, que niños de silla que aún ni siquiera hablaban, dejaran su mano manejar por la anodina comedia de sus padres que les agitaban el bracito diciendo “adiós” a una estela blanca que cruzaba el cielo. No obstante, con cinco años es triste no saludar a los aviones. Pero yo ya era una mini “Femme Fatale” que dibujaba niños ahorcados.
Hoy vivo cerca del aeropuerto y siento pasar aviones todos los días. Los sigo sin saludar. Cuando pasa uno sobre mi cabeza, intento ignorarlo y ahogar su ruido de motor y bobinas en una taza de café. Mi madre siempre mira al cielo: “Yo quiero ir allí”.
Quizá he cogido demasiados aviones con mal destino. Sólo sé que éstos no deberían caer. Ayer, fumaba en la ventana, mirando al parque de arena. Un niño de unos dos años llenaba un cubo en forma de castillo. Tenía las manitas de porcelana y un pelo rubio ensortijado, vestido con un peto e incipiente culito de pañal. Yo pensaba en la cuadratura del círculo. Pasó un avión.
Soltó un grito de júbilo y tiró el cubo de arena, levantándose del suelo y agitando los brazos y gritando una especie de “¡allós, allós!”. Me di cuenta de que no había nadie con el niño en el parque. Dejé que mi pitillo se consumiera en un cenicero y corrí hacia la puerta: “¡Allós, allós”-se repetía en mi cabeza. Caí de espaldas contra la puerta de la calle y me eché a llorar. Los dos estábamos solos y podía ser mi hijo.

jueves, 8 de julio de 2010

REBELIÓN A LOS TREINTA

Aunque te empeñes en coserme la boca,
Con correcciones encorsetadas
Y me pongas imperdibles en todos lo escotes,
Yo sigo siendo Lucía Fraga.

No nací para coser, ni bordar
Ni para hacer la cena antes de jugar.
Aunque nací en alta cuna, se me cayó el chupete
Y yo me vine a los bajos fondos a recogerlo.

No quiero ser una “DLCTV” ni pasear por la Calle Real
Para ver y ser vista por la comidilla coruñesa.
Ésa señorita que va contigo de paseo
No es más que una máscara para complacerte.

Yo soy mi pelo rizado, mis pantalones caídos,
Mis ojos de loba, mi collar de perra.
Toda esa adolescencia tardía que se rebela
A los treinta en forma de Poesía.


( "DLCTV":expresión típica para denominarse "De (L)A Coruña de Toda la Vida")