miércoles, 11 de agosto de 2010

EN LA MUERTE COMO EN LA VIDA

Nadie te dirá cómo hacerlo.
En la muerte como en la vida,
Uno ha de aprender a arreglárselas solo.
Te olvidarás de los besos nocturnos por las esquinas,
De las coristas de largas piernas ofertando sus plumas y cuerpos,
Entre champán y lentejuelas brillantes.

Todo el mundo apartará la mirada.
Llega un momento que hay que hacerse “hombre”,
Tirar las pistolitas y los sueños de conquista del Oeste
Y olvidar que Peter Pan un día perdió su sombra en tu cuarto.
Ya no sabrás llorar, cuando la sangre llegue
El día del ocaso.

Nadie te dará una pauta.
Se te amontonará la sangre y el semen en todo el cerebro,
Como cuando te masturbabas a los quince años,
Ojeando aquellas revistas de rubias teñidas con enormes tetas.
Pero no se te disparará un chorro blanco,
Sino un pensamiento macabro a bocajarro.

Todo el mundo mirará a otro lado,
Cuando caigas rendido, mortalmente herido por la vida
Y rueden tu cabeza y las botellas por el suelo del piso.
“Los amigos ya no vienen ni siquiera a visitarme”-llorarás.
Y entre mocos, lágrimas y sangre, intentarás hacerlo.

Nadie te enseñará y tú querrás saber.
A morir se aprende viviendo cada día.
Los estigmas son la muesca de una mala partida.
Un mal día. Una mala pasada. Una jugarreta del destino.
Pero el día que realmente pierdas la vida,
Ése, ese día, callarán palabras a destiempo

Y sobre todo, serás el centro de sus miradas.

lunes, 9 de agosto de 2010

COLLIGE VIRGO ROSAS

Veinte años no son eternos,
Aunque ahora te parezca todo muy lejano.
La chispa de alcohol y el brillo en los ojos,
Jugando a la gata sobre El tejado de zinc caliente
Con los pies desnudos y el escote distraído,
Mientras ellos sueñan con meterte en la cama.

¿Eres menos ingenua de lo que intentas aparentar?
Todavía la ortodoncia en los dientes
Con toque de nínfula de Nabokob crecidita.
Haces citas en francés, mientras te llenan la copa
Y ellos te vacían de tules y gasas.

Veinte años no son eternos,
Aunque ahora el mundo haya puesto
una alfombra roja a tus pies.
Te encorsetas en tu piel de mujer-pantera
Que no sabe cazar, pero puede ser cazada.
Ten cuidado y sé buena- ya te lo dijo mamá.

Eres menos ingenua de lo que intentas aparentar:
Un beso arrancado que sabe a bayeta sucia
Y el cuerpo de un desgraciado que te quiere manosear.
Eres una niña que llora sola en el patio del colegio.
No te encierres en el baño del pub a autoflagelarte y
Dale una bofetada a ese hijo de puta, pero no lo harás.

Veinte años no son eternos.
Despertarás con las tetas caídas
De indígena del National Geographic.
Con restos de maquillaje y olor a ginebra
Con la boca reseca y la lengua de cartón.
Ya lo dijo Gardel: “¡Qué veinte años no es nada!”

Collige Virgo Rosas...

sábado, 7 de agosto de 2010

UN POLVO NO ES UN PASAPORTE A MI VIDA

Sabes que, apenas, me conoces,
Aunque pudieras dibujar mi cuerpo palmo a palmo.
Pronuncia mi nombre y
Te daré un dólar por tus pensamientos.
Está claro que no has visto Casablanca.

No tienes ni idea de cómo me llamo,
En cambio, has descubierto mi lunar en el muslo.
Juegas a los viejos amigos conmigo,
Con la camaradería estúpida
De quienes se acaban de conocer
Y no sabes que eso no va conmigo, muchacho.

Sabes que, apenas, me conoces,
Aunque te empeñes en llenarme la copa de Moët & Chandon
Y pretendas hablarme de Miles y de Dizzy
Como un personaje de Rayuela.
Un polvo no es un pasaporte a mi vida.

No tienes ni idea de cómo me siento,
Aunque yo te deje hablar desde mi nube de alcohol,
Pero me importan un carajo las fotos de tu cartera,
Si eres soltero, viudo o divorciado,
Toda esa verborrea de hombre feliz
Que cree que ha encontrado a su reina.

¿Sabes? Apenas me conoces y ya me llamas “cielo”.
Me sostienes la mano entre las tuyas sudorosas
Y ya te crees que soy tu nueva chica.
No, no te equivoques conmigo, muchacho
Que un polvo no es un pasaporte a mi vida
Y el amor es tan sólo una quimera.

Vete y cierra la puerta.

viernes, 6 de agosto de 2010

LA DISTANCIA INÚTIL

No puede la distancia separar
Un milímetro nuestros cuerpos.
Aunque la tierra se oponga,
Mi piel forma una prolongación de la tuya
Que va más allá de caminos y fronteras.

No conozco otra geografía que la de tu cuerpo.
El lecho que nos acoge como cueva de madrugada.
Tu tacto de serpiente encantadora que me hipnotiza.
Tu sabor que va de la granada abierta al sol a mi boca;
Esa dulzura tan tuya, cuando nos amamos.

No puede la distancia separar
Un milímetro nuestros cuerpos.
Mi pecho se funde con el tuyo en un solo latir
Y son mis labios esclavos de tu boca
Que bese o muerda, esculpe eslabones de deseo.

No conozco otro país que no esté contenido en tu cuerpo.
En la calle soy apátrida, entre tus brazos lugareña.
Y entre las rocas de tu cuerpo, me muevo liviana
Como el mar amamanta la playa al amanecer, pues
Nuestros sexos son candado del que alguien la llave perdió.

Ya no puede la distancia separar
Un milímetro nuestros cuerpos,
Pues anclado está tu barco en mi bahía.
Ya se confunde nuestra piel en una piel
Y he dejado de ser yo para ser un “nosotros”.

NANY, LA FEA

Ahora tendra unos once años; sin embargo, es el momento de su vida en que es más feliz. Nació al borde de una carretera y la abandonaron a su suerte. Quienes la recogieron, la alimentaron con escobazos y la ataron a una cerca a perpetuidad. Se volvió deforme y no sabía jugar. Su día a día era un salvarse continuo de palizas y gritos. Sólo cuando todo el mundo dormía, la pobre feúcha soñaba con un hogar. Con unas manos cálidas que la acogieran y la dejaran correr más allá de la cerca, lejos de aquella casa infernal.
Nany tiene los ojos tristes y tiernos. La primera vez que la vi aquella timidez amedrentada y aquellos ojos de agua dulce me pidieron una caricia que, recelosamente, aceptó.
Nany tiene los ojos tiernos y tristes de quien ha sufrido mucho desde la cuna que nunca tuvo.
Nany tiene la belleza del agradecido, del superviviente, del ilusionado, de la salchicha loca que te recibe a saltos y te lame los pies. Puede que no sea la perra más bonita, pero posee la belleza inusitada de los elegidos. Duerme, Nany, duerme en tu cuna, ahora que al fin tienes una y sueña con que Rosa llega a casa y las dos os dormís escuchando a Cecilia Bartolli, tú sobre su regazo, ella con las manos acariciando tu lomo.

lunes, 2 de agosto de 2010

CUANDO ME PARO A CONTEMPLAR MI ESTADO

Cuando me paro a contemplar mi estado
Frente al narciso espejo esquizoide,
Mis arterias convulsas e histéricas
Tienen “wet dreams” con Marilyn Monroe y Maureen O’hara.

El cine borró de un plumazo el reflejo de las paredes de cristal.
Que aunque no me dio natura un físico vulgar,
Sí lo hizo cruel pasajero de un tren destino “Santa Cruz” sin vera ni fe,
Hacia la tierra de mujeres de cabellos indómitos.

Cuando me paro a contemplar mi estado,
Siento la pesadumbre de la mujer hecha de papel,
Y me complazco en chupar dulces pedazos de celuloide.

No hagas aparecer a mi alimento,
Que “lúbrica y pura” se contiene,
Mujer de sueño, cine y firmamento.