martes, 23 de octubre de 2007

HOTELES

DE CAMA A CAMA...

Ya nos conocen en todos los hoteles.

Tú eres un padre manipulador

o yo una esposa demasiado joven,

aunque cuando cerramos la puerta

ya no soy “señora de”

y me cambian el nombre

por una palabra poco honesta.

Una mano tuya es una pezuña de cerdo

sobre el velo de Viridiana.

La virgen humillada.

La angustia de la mancha imaginaria.

Nunca unos ojos gritaron con tal desesperación.


...Y TIRO PORQUE ME TOCA

A veces, entre tu calor y mi frío,

me llamabas “niña”

y decías un

“te quiero” mal jadeado.

Entonces te echabas a llorar como un pobre borracho y

gemías repitiendo

“soy un desgraciado”.

No hay puentes suficientemente largos

para contarte lo lejos que estaba de ti.

Dabas manotazos al aire,

mientras yo aplaudía

la gran caída del hombre:

Me colocaba flores de aire en el pelo

y te hablaba en susurros

pronunciando lentamente

falsas promesas postcoitales.

Tú me cerrabas la boca

con un dedo en los labios.

¡Qué dulces son las lágrimas de la tragedia,

la inmensa voluptuosidad del autorreproche,

la condescendencia de la absolución,

la inocencia de la arpía!


martes, 16 de octubre de 2007

DAVID CASTILLO Y SU POESÍA

DAVID CASTILLO: EN LOS LÍMITES DEL DELIRIO.

La poesía de David Castillo se abre como una afilada navaja de afeitar, brillante como un espejo que refleja la realidad sucia y ensangrentada por la gangrena y la voz mutilada de los desheredados. Barcelona es una gran herida que nunca cicatriza, en la que se mezcla el beso feroz y los mapas azules de venas donde ya no queda sitio para picarse una vez más. Tal vez, se confundan los descampados de Can Baró y la Barceloneta con el oscuro Barrio de Storyville, donde se gestó el estilo Nueva Orleáns y la prostitución y el alcohol corrían a ritmo de Jazz. Miles Davis y Dizzy Gillespie se dejan sentir en la ciudad delcatalán que contempla una “herida que es llaga o voluntad arrepentida”. La “música degenerada”, el “demonio negro” planea por una ciudad suicida en la que conviven las luces canallas de la especulación y las princesas de los vertederos de basura que ofrecen un poco de sexo con su boca podrida, a cambio de un respiro que las aleje de la putridez y el hedor en el que sueñan.

Dios es un narcisista impotente, el conocimiento una orgía de los sentidos y el mundo un juego estúpido que puede terminar con un luminoso “game over” y un cadáver que nadie reconoce. El universo se divide en putas y cabrones que cobran por religión y los que cobran por sumisión y, a veces, tan sólo reciben una buena patada en el culo que abre un poco más la enorme herida que acabará con ellos. Pero ni el gran guerrillero aparece al tercer día, dispuesto a levantar a leprosos y paralíticos. Tal vez ha dicho “So long Marian” y ha subido al cielo, dispuesto a enviar al Seol a los impíos cualquier otro día: “no quieras cicatrizar las heridas /antes de que se produzcan”. Los poetas –dice Castillo-nunca mienten, quizá, solamente nos acerquen al amor a bofetadas, al mal olor de los cuerpos que se pudren día a día y a las mentiras que sin querer, o tal vez, queriendo, nos empeñamos en creer para apartar la cabeza y poder seguir durmiendo nuestros sueños de iniquidad burguesa.

miércoles, 10 de octubre de 2007

AMOR DE VIEJO

Estallas de placer en boca de menores

que aún no tienen edad para subirse las medias.

Pecho plano y disimulo de algodones dulces

en los que te encanta hundir la cara.

Ya no puedo ofrecerte la timidez

de una virginidad mal llevada,

porque aunque te empeñes en olvidar,

mi cuerpo ha sido castigo,

cuna dulce de tus cicatrices,

carne que se abrirá para otras bocas.


AMOR DE VIEJO

Estallas de placer en boca de menores

que aún no tienen edad para subirse las medias.

Pecho plano y disimulo de algodones dulces

en los que te encanta hundir la cara.

Ya no puedo ofrecerte la timidez

de una virginidad mal llevada,

porque aunque te empeñes en olvidar,

mi cuerpo ha sido castigo,

cuna dulce de tus cicatrices,

carne que se abrirá para otras bocas.


jueves, 4 de octubre de 2007

COMPASIÓN

Cuando recojo tus versos,

como se recoge el cuerpo diminuto del hijo perdido,

siento que, página tras página,

voy deshilvanando tu mente retorcida.

Ilusiones de viejo trasnochado,

Muñecas antiguas de mecanismo fácil,

Calor barato de manta eléctrica

Y, solamente,

sabor a sangre en los labios.