viernes, 31 de diciembre de 2010

CONTRA EL PAREDÓN

Después de arrancarme la ropa
Me pusieron de cara al paredón.
Yo sentía mi respiración agitada entre el brazo y el cemento,
La encallecida piel de hormigón donde terminarían mis sesos.
Recorrí con la lengua los huecos de metralla,
Ese sabor a labio partido y piedra que se desmorona,
Y con mis dedos busqué huecos donde esconderme.

Al arañazo mutilador que abrió mi vestido,
Contesté dando golpes contra la frente herida.
Siempre en silencio, mientras mi pelo
se deshacía como agua sobre los hombros.
La sangre de mi frente bautizó de nuevo las viejas paredes
Que dejaba un recorrido de rojo ahogado en un grito que no llegué a dar.

Mi piel se iluminaba con el sudor.
Resplandeciente estrella en una madrugada sin luces
Que alcanzaban manos sucias que querían poseerla.
Mi cuerpo desvencijado apenas podía mantenerse en pie
Y sólo en una mano podía sostener mi escudo que por ser
Era una raspa de pescado que hería con su blanco disfraz
Y abanicaba con su aire en surcos los muñones de los soldados
L. Fraga.

jueves, 23 de diciembre de 2010

LA HORA DE DORMIR




Una chica hace rayas contra la pared con una piedra.
Nadie le echaría encima treinta años.
Tiene los bolsillos llenos de piedras y trozos de ladrillo.
Cualquiera diría que es Virginia Wolf en busca de su río.

Los lavabos huelen a lejía y orina.
Las ventanas están fuertemente cerradas.
Los internos dan un paseo por fuera agarrados a una cuerda.

En cualquier esquina alguien llora, porque se ha meado
O porque dice haber forzado a su hermana.
En otro lugar, una interna que diseña trajes de novia
Para parapléjicas, aparece desnuda y sola con un libro rojo
Al que le ha dibujado el tercer ojo.

En la 225 se oyen gritos lastimosos: “¡Mamá, ven!”, “¡Mamá, sácame de aquí!”.
Hay quien lleva su cruz en una tajada en el cuello
Y princesas esquizofrénicas del SERGAS que no usan el pijama reglamentario.
¿Quién te arrincona con las manos sudadas e intenta bajarte las bragas
a través del pijama del Servizo Galego de Saúde y tú gritas y gritas y le rompes la cara?

Una chica juega arrodillada con sus piedras en el suelo.
Un joven extranjero llora porque dice que se ha follado a su madre.
Una anciana atada a una silla me dice al oído que vamos a volar todo en pedazos.
La exhibicionista reza un rosario hecho de plastilina en medio del comedor.
Y yo, yo, simplemente espero que llegue la hora de dormir para despertar.

miércoles, 15 de diciembre de 2010

FIGURAS DE VAHO


En aquella madrugada de acero y frío apenas nos veíamos las manos.
Nuestras caras eran una ilusión de vaho que desaparecía una y otra vez
Como una vela entre las manos a punto de apagarse.
Éramos siniestros hijos de la niebla sin carné ni destino más que a lo vedado.
Entre uno y otro cristal jugábamos a ser críos que pintan letras de amor con el aliento.
Letras fugaces y calientes que piden algo más que la instantaneidad de un soplo.
Estábamos sitiados por la niebla y la incomprensión sonora de un cristal
Que no sabíamos si nos hacía entender o perdernos entre aspavientos.
El eterno vidrio de las distancias sobre el que dibujar un amanecer o un asesinato.
El cristal de los corredores sin salida que siempre llevan al mismo punto.
Finalmente, los trenes se movieron en sentido contrario.
Mi cara ensangrentada incrustada contra la ventanilla.
Y tú escribiendo palabras ilegibles sobre tu aliento amoroso en un destrozado adiós.

L. Fraga.

sábado, 11 de diciembre de 2010

DESDE ESTE AGUJERO


Las noches se hacen eternas en este agujero
Donde te sirven sed y hambre de recuerdos.
Mis manos se han vuelto tan frágiles
Como violines que la carcoma ha marchitado
Y ya no puedo sostener la memoria
Sin que se me caiga un recorte de mí.

Las noches son frías en este agujero
Donde las mantas son palabras gastadas y húmedas.
Mis ojos se han acostumbrado a la ceguera de la noche
Y ya no necesito luz que alumbre el tiempo perdido.
He envejecido tantos años en este cuchitril
Que ya soy abuela de mis emociones.

El tiempo se escapó por una ventana abierta,
Mientras yo me apretaba al vacío de los instantes mortales
Y descubría la cara de la muerte en cada espejo y
Todo eran pájaros negros a rondar un cuerpo que ya no era.
Me destruí contra los ventanales en un golpe estrepitoso
Y los mansos vinieron a recoger mis despojos.

Las noches huelen a carne humana en este agujero
Donde los atroces afilan sus cuchillos
Y todo tiene un cariz de ritual sangriento
Que me obliga a taparme los ojos y los oídos
Para no escuchar los gritos en medio del vacío.
La luna se tiñe de rojo en ocasiones como ésta.

Liberada del agujero de la noche,
Siento crecer mi cuerpo como un árbol extático
Que asiste al renacer de las manos aladas
Y el corazón palpitante de vida.
Los recuerdos se han ahogado en su propia sangre
Y una nueva vida se renueva en cada poro de mi piel.

L. Fraga.

martes, 7 de diciembre de 2010


Esta noche de alcohol y luces de neón,
El cielo se tiñe de púrpura.
Púrpura de mis labios en un beso infinito
Que acoge tu ser borracho de vida.
Alguien grita por los callejones
Y se oye un ruidos de cristales rotos.
La noche es una navaja afilada
Que se desliza por nuestros cuellos.

Déjame que esta noche sea real y
No una quimera que desaparece con el amanecer.
Dame un trago más, de lo que sea,
Que necesito sentirme etérea y alada.
Pasemos por encima de los borrachos,
Y permanezcamos en silencio en esta esquina
Donde tus ojos son más verdad que nunca.

Luces de coches de policía inundan las calles de espuma y vino,
De delincuentes juveniles que se pinchan heroína en los talones
Y de putas despavoridas sin papeles.
Aún queda mucha noche que quemar,
Aunque no sea entre una fogata de okupas.
La noche es una navaja afilada
Que se desliza por nuestros cuellos.

En medio de una ciudad insomne y sórdida,
Nosotros ya no somos un par de desconocidos
Que comparten una copa y un pasado nauseabundo.
Sólo nos queda este momento
Y cerrar la navaja.

L. Fraga.

lunes, 6 de diciembre de 2010

CORAZÓN DESVENCIJADO


Tengo el corazón desvencijado entre pulmón y pulmón,
Sístole y diástole se han convertido en tic-tac de descuento.
Cada latido es un paso hacia el sueño deseado de los suicidas.
Y yo siento que en esta muerte prematura y liberadora
Se van apagando las luces de los sufrimientos como bombillas a punto de fundirse

Aún así, guardan la luz primigenia de la primera patada en el estómago,
Y se visten con sus mejores galas macabras entre champagne y una mujer que llora sola,
Despeinada y apenas vestida que se da golpes contra un Cristo en la cabeza.
Perfecta imagen fotográfica del dolor y de ese olor nauseabundo que ataca la pituitaria.
El dolor huele a alcohol pegado a la nariz o a aguarrás cerca de los ojos.
El sufrimiento es un mar donde progresivamente no vamos ahogando.

Siento cómo se me va rompiendo este músculo ahogado por una vida maldita.
Cómo a oscuras me atacaba el miedo en medio del pasillo y no podía tragar saliva.
Cuántas noches vinieron los perseguidores a llevarse mi alma por mis cenizas.
Y cómo colocaban los instrumentos para la automutilación en el cuarto de baño.
Recuerdo las noches jugando a los naipes por mi corazón incendiado
Y la subasta de mi infancia y juventud al mejor postor que siempre era la muerte.
De un tiro en el estómago se cargaron mis primeros cinco años de vida
Y me colgaron boca abajo desnuda de un árbol quemado.
Mancharon mi juventud con un veneno que me hacía vomitar sangre
Hasta que ya caí un feliz domingo a los pies de mi madre en un charco granate.

Los recuerdos visten sus mejores galas y el sufrimiento saca brillo al dolor.
¿Dónde están los cuerpos de los momentos felices?
Quiero exhumar mi vida hasta encontrarlos.
Quiero escarbar la tierra con mis dedos y sentir el jugo placentero de la risa de la niña
Y sentir el chirrido del columpio y los montones de margaritas tirados en el suelo.
Quiero saber de la belleza de la joven que fue amada, que bailó hasta la madrugada,
Que tuvo un beso como primer regalo y el amor fue como una tonada cálida y sentida.
Nada ha sido cierto ¿verdad?

Pues mirad cómo me arranco el corazón del pecho.
Cómo atravieso carne y venas.
Ya no existe el dolor, porque el Dolor más grande lo ha matado.
Aquí tenéis mi corazón y
Mi pecho reventado.

L. Fraga.

domingo, 5 de diciembre de 2010

FINALES DESEADOS




Llega un momento en el que toca despedirse.
No sé si habré sabido quereros, pero lo he intentando.
Hago repaso de mi vida y no encuentro ancla alguna
Que me tenga varada a esta tierra por más tiempo.

Viví mi infancia como una gran tragedia,
Como una asesina de Cristo.
Y entre las cortinas, veía de noche
A los verdugos que venían a por mí.

De mi juventud pude comprobar el horror de la vida,
La cara sangrienta del sufrimiento que no cesa ni perdona.
He bebido los licores más amargos y mis ojos
Han sido testigos del delirio más atroz.

He luchado hasta derramar la última gota de sangre.
Hasta caerme al suelo y no poderme levantar.
Hasta pedir a Dios por una muerte de piedad
Y ver acabados los días de tormento.

Ahora que no queda nada.
Que sólo el silencio es testigo mudo de mi deshumanización,
Me bebo este Oporto con descanso, segura y en paz,
Porque ya nada puede pasar.

Yo misma me he encargado de ir persignando
Los minutos de esta última comedia.
En breve, tendré convulsiones y espuma por la boca,
Pero déjame que disfrute de esta serena soledad.

Soledad serena y de sonora música callada,
Aquí me entrego tal y como soy,
Con nada vine y con nada me voy,
Dame tú el descanso eterno.

Lucía de Fraga.

sábado, 27 de noviembre de 2010

LA ANUNCIACIÓN


La niña apareció con el cráneo aplastado y
un hilillo de sangre cayendo de su boca.
Con el pijama destrozado y bajo un arbusto,
Víctima de una pesadilla que algún mortal hizo cierta.

Ya no puedo mirarme al espejo, porque sé
Que, de alguna extraña manera, yo mato niñas
De cinco años cada vez que se levanta la veda,
A pesar de que mi mano caiga inerte.

Aunque sea mi propia muerte, mi propia niñez,
No dejo de ser una asesina de las sábanas blancas
Que tiño de rojo alguna que otra noche que bebo lo justo
Como para ver el mundo con una lente de aumento.

La costumbre a la soledad es peor que un juego de naipes con la muerte.
Esa nociva compañera que me invita a probar
Sus licores alucinógenos e inductores al arma.
¡Que hermosos los colores que crecen y la ávida mano!

Hoy ha vuelto a morir otra niña en mi cerebro.
Que es mi muerte hecha quimera minúscula.
Me he lavado los dientes después de comer
Y he escupido sangre.

Esa niña soy yo.
Lucía (de) Fraga.

martes, 16 de noviembre de 2010

SÁBANAS FRÍAS


¿Qué esconde la sábana fría de las noches sin dormir
entre la angustia de la muerte, la vida y la duda?
¿Qué “Acaso” me aguarda en la fila de los locos?
Me desespera el tiempo que se va por el váter
En una pendiente genocida de latidos y minutos.
Ya no me da miedo mirar de frente a la muerte,
Porque he visto las caras más sádicas y deformes de la vida.
¿Qué traen las auroras negras con su canto funerario?
Que no me traigan más niños muertos ahogados como dulces Ofelias.
Mi fe se ha perdido. Ha huido de mí como de un apestado.
El deseo de la muerte mata la vida y la duda es un narcótico del sentimiento.
Por eso qué me puede preocupar una sábana sucia,
En una noche insomne,
Donde se mezclen liberación, sufrimiento y un hilo invisible.
L. Fraga.

sábado, 13 de noviembre de 2010

DESTINO




Una gasa me cubre los ojos,
Apenas puedo distinguir su carita de niño muerto,
Máscara oficial de su profesión subencionada
Por las benzodiacepinas y las fluoxetinas

Esta noche me he meado en la cama,
Porque le he visto en sueños tal y como es.
Debajo de la máscara profilática subencionanda
Esconde la ilustre calavera del que sale de entre los muertos.

Aunque no te mantengas ni en pie,
Te arrojará la pala maldita para que caves hasta desaparecer.
La sangre de mi útero se mezcla con la tierra de mi fosa
Y nace otro niño muerto con seis vueltas de cordón.

Te pintarás una sonrisa de payaso la última vez que los veas,
Mientras él te apura hacia el cuarto de baño,
Gomas, cuchillas, agua caliente, toallas, puerta cerrada.
Él es el indicador de que no hay salida esta vez.

L. Fraga

domingo, 31 de octubre de 2010

AUTODEFINIDO


He sucumbido a las fragancias del fracaso,
Pero estoy aquí.
Puede que haya perdido algo más que talento,
Pero yo hago sombreros de tristeza y paraguas de sombras.
Soy el artesano de la ruina, de la demencia, del vacío
Que con sus manos heridas por el tiempo en que antaño florecieron
Versos y besos, amasa ahora la amarga levadura de su pan.
He sucumbido a las fragancias del fracaso,
Como el borracho ante el cartón de vino.
Pero yo hago azulejos de sangre y lirios de lata.
Soy el morador de lo oscuro, de la sima, del abismo
Con pie siempre presto al tropiezo mortal,
Pero estoy aquí.
Yo, que me he dejado engañar por las falacias del destino,
Me mantengo en pie a base de arañar paredes y saltar ventanas.
Yo, que he caído de la derecha de Dios Padre,
Hago rosarios de lágrimas e imágenes de llanto.
Yo, que he perdido en la vida como en la muerte,
Que he besado los pies del desatino
Y me he bañado en mares oscuros de mentiras,
Fracasado y solo,
Aún estoy aquí.

martes, 19 de octubre de 2010

EL MISMO IDIOMA


Me acabo de fumar el último cigarrillo que me quedaba.
Esta noche sé que no podré dormir pensando en el tabaco.
Yo no le pedí a Dios globos de colores ni cintas para el pelo.
Pero parece que llega un tiempo en que nos hacemos mayores
Y las cosas tienen que empezar a estar bien hechas.

Tengo los labios quemados de fumar sin filtro,
El corazón amordazado de que me tapen la boca
Las manos ajenas del mundo de las persianas bajas.
No sé si hablamos el mismo idioma,
Pero algo me dice que estamos unidos hasta la muerte.

Me acabo de terminar la última copa de Oporto del mueble-bar.
Esta noche puede que duerma o no, pero si lo hago
Será nadando en sueños etílicos y de narcóticos.
Sé guardarme de la policía de rondas de noche y madres despiertas.
Yo no pedí un traje blanco para tragarme el cuerpo de Cristo.

Me pesan los brazos de sueño, alcohol y noche.
Quizá hablemos el mismo idioma, aunque mi cama
Se incendie cada noche al recordar mi infancia robada.
Puede que este frío que siento no seas más que la antesala de la muerte
Y que estos latidos que se me van sean adioses en una mañana perdida.

Acaba de terminar el aria de Maria Callas, “Casta Diva”.
¿Sirvió de algo, acaso, ser mártir entre los herejes?
Ya presiento como tu lengua y la mía se enredan en un mismo idioma
Sin palabras ni sonidos, ni tampoco en estúpido beso de amantes.
Ya no le queda a mi vida ni un puñado de segundos de ventaja.

De qué coño sirve estar vivo, si se está muerto de mente.
Cuando no quedan sentimientos ni emociones, sólo nos resta la sensación;
La sensación de vació que golpea mi pecho contra una piedra
Y me deja sin aliento para tres segundos de ternura.
La que no conocimos en nuestro famoso idioma.

domingo, 17 de octubre de 2010

CORAZÓN A PODRECIDO /CORAZÓN PODRIDO


CORAZÓN APODRECIDO

Eramos amantes dun mundo alleo
Onde os nosos corpos se mesturaban coa ledicia das fadas.
Agora, neste intre de horas baleiras
Que ti enchías cada óco coa túa presencia,
Non me queda máis ca un longo rosario de bágoas.
Prego decote por che esquencer;
Por esquencer como xunguidos os nosos seres,
Voltabamos ser cativos a xogar na praia.

Foi certo o teu sorriso enleado nos meus cabelos.
Foi certa a miña ledicia de nena amada.
Non me restan máis ca palabras sinxelas,
Olladas saudosas do que é un “ser” e non quixeches que fose.
Collerei a miña luz de camiño de volta e levarei comigo
Todos os anacos de min feitos agarimo de vermes
Que xorden do meu corazón apodrecido polo teu veleno.
++++++

CORAZÓN PODRIDO

Éramos amantes de un mundo ajeno
Donde nuestros cuerpos se mezclaban con la alegría de las hadas.
Ahora, en este instante de las horas vacías,
Que tú llenabas con tu presencia,
No me queda más que un largo rosario de lágrimas.
Pido de rodillas constantemente olvidarte;
Por olvidar como imantados nuestros seres,
Volvíamos a ser pequeños que juegan en la playa.

Fue cierta tu sonrisa enredada en mis cabellos.
Fue cierta mi alegría de niña amada.
No me quedan ya más que palabras sencillas,
Miradas nostálgicas de lo que es un “ser” y no quisiste que fuese.
Cogeré mi luz de camino de vuelta y llevaré conmigo
Todos los pedazos hechos cariño de gusanos
Que brotan de mi corazón podrido por tu veneno.

Lucía de Fraga

viernes, 8 de octubre de 2010

INCOMPLETA (GALEGO/ CASTELLANO)


MENTIRAS

¿Cantas mentiras se poden contar?
Fumo sen xeito nin ganas contra a fiestra,
Porque teño unha vida de ficción na que só
O fume do meu cigarrillo me devolve á realidade.
Cando chegue a vinte deixarei de contar...
A miña nai merquina nun rastro.
O meu pai recorteino dun anaco de película.
Meus irmáns foron pezas dalgún puzzle que ninguén puido resolver
E que eu colguei con alfinetes polas paredes.

¿Cantas mentiras se poden contar?

Eu son unha pobre meniña feita a cachos:
As miñas pernas son de maniquí,
As mans de porcelana chinesa,
Os ollos, negras cunchas de mar,
A miña testa é a de Bastet.
Felina rapaza de anacos exquisitos nada en Síbaris.
Ningún ventre me levou dentro,
Mais este verme de ouro criouse
dentro dunha botella de viño morno.

¿Cantas mentiras se poden contar?

Nacín para a ledicia dos meus pais.
Medrei para descontento das fadas.
O universo derrubóuseme enriba
cando descubrín que os mitos caen.
Agora caíches e non es ninguén.
Eu a salvadora. Eu a túa garda.
Xa non collerei nunca máis a túa man.
Porque non es máis ca unha alucinación febril.
Fuches unha imaxe de min reflectida no espello con graza de Señor.

*****
¿Cuántas mentiras se pueden contar?
Fumo sin ganas y con desdén contra la ventana.
El humo de mi cigarrillo es el único que me devuelve a la realidad.
Cuando llegue a veinte dejaré de contar...
A mi madre la compré en un rastro.
A mi padre lo corté de un trozo de película.
Mis hermanos fueron piezas de un puzzle que nadie supo resolver
Y yo colgué con alfileres por las paredes.

¿Cuántas mentiras se pueden contar?

Yo soy una pobre niña hecha a retazos:
Mis piernas son de maniquí,
Las manos de porcelana china,
Los ojos, negras conchas de mar,
Mi cabeza es la de Bastet.
Niña felina de pedazos exquisitos nacida en Síbaris.
Ningún vientre me llevó dentro,
Mas este gusano de oro,
Se crió dentro de una botella de vino templado.

¿Cuántas mentiras se pueden contar?

Nací para la alegría de mis padres.
Crecí para la desgracia de las hadas.
El universo se me derrumbó encima
Cuando descubrí que los mitos caen.
Ahora caíste y no eres nadie.
Yo la salvadora. Yo tu guarda.
Ya no cogeré tu mano nunca más.
Porque no eres más que una alucinación febril.
Una imagen reflejada de mí con gracia de Señor

Lucía Fraga.

miércoles, 6 de octubre de 2010

PRIMER ESBOZO (GALEGO/ CASTELLANO)


SANGUE NOS PUÑOS

Non quero ver máis sangue no puño do duro cristal roto.
Onde foi parar a miña man farta de teimas contra a fotografía da miña nai.
Esnaquicei os nocelos e o sangue correu polo chan
Como unha fervenza de augas roibas e rápidas que fuxían de min.
Quero que me leve a morte nun pulo de preguiza.
Esa preguiza que teño nos beizos por beber da vida
E que ten a morte por levarme e deixarme sen un chío.

Non quero ver máis sangue tinxindo os meus pés de vermello.
Nin quero sentir máis chanzos sen sentido de camiño a Cristo.
Quero ver a morte fronte a fronte e cuspir nela.
Espida e con fame. Cos nocelos ensanguentados de petar na súa porta.
Un paxaro de peteiro carnívoro hame arrincar os fíos que colgan da miña man.
Eu heille cravar cun alfinete os pequenos ollos negros de enterro de aldea.
Non quero ver máis ós pequechos chorar a carón da madre morta.
Nin sentir as voces dun Deus perdido entre multitude de estranos berros.
A morte non é un salvoconducto ás estrelas, senón unha entrada na terra baleira.
Quero ser ceibe para elixir coitelo ou forca, furna ou cadaleito.
Un neno chora nun cuarto pechado e escuro. Non terá máis de dous anos...
Eu chorar, choro, mentres lle cravo un garfo no ventre a nai que o encerrou.

Eu son a maldita, a filla de puta que verte sangue quente polos inocentes, a vingadora,
A asasina das maternidades escuras, das causas erráticas, das Santas Razóns de placebo, das Fes de deuses de luces neón, da Tolemia dos cascos de soldados da morte...
Sen deixar de sentir o latexo desta alma esgotada, eu hei de arrincar todas as cabezas
Antes de que de Deus xulgue a vivos e mortos,
Porque teño o corazón podre de tanto sangue nas mans.

SANGRE EN LOS PUÑOS

No quiero ver más sangre contra el duro cristal roto,
Donde fue a parar mi mano harta de manías donde se hallaba la fotografía de mi madre.
Me destrocé los nudillos y la sangre cayó por el suelo
Como una cascada ruin de aguas rojas y rápidas que huían de mí.
Quiero que me lleve la muerte en un golpe de vagancia.
Esa misma vagancia que tengo por beber de la vida
Y que tiene la muerte de llevarme sin hacer ni pío.

No quiero ver más sangre tiñendo de rojo mis pies.
Ni quiero sentir más escalones estúpidos de camino a Cristo.
Quiero ver a la muerte frente a frente para esculpirle.
Desnuda y con hambre. Con los nudillos destrozados de llamar a su puerta.
Un pájaro de pico carnívoro me va a devorar los hilos que cuelgan de mi mano,
Y yo le he de clavar con un alfiler sus pequeños ojos negros de entierro de aldea.

No quiero sentir las voces de un Dios perdido entre multitud de gritos.
La muerte no es un salvoconducto a las estrellas, sino una entrada a la tierra vacía.
Quiero ser libre para elegir horca o cuchillo, urna o ataud.
Un niño llorar en un cuarto oscuro. No tendrá más de dos años...
y yo llorar, lloro, mientras le clavo un tenedor en el vientre a la madre que lo encerró.

Yo soy la maldita, la hija de puta que vierte sangre caliente por los inocentes, la vengadora, la asesina de las maternidades oscuras, de las causas erráticas, de las Santas Razones de Placebo, de los dioses de luces de neón, de la Locura de los soldados de la muerte...
Sin dejar de sentir el latido de esta alma ahíta, he de arrancar todas las cabezas
Antes de que Dios juzgue a vivos y muertos,
Porque tengo el corazón podrido de tanta sangre en las manos.

Lucía Fraga.

lunes, 4 de octubre de 2010

TESTEMUÑA: CATIVO CRUEL /TESTIMONIO: NIÑO CRUEL


Eu lles conto que aquí morre xente cada día.
Que a chaqueta é metalicamente realidade.
Que a cidade é un inmenso corredor da morte,
Polo que avanzan sen saber adonde ires as pegadas
Murchas de vellos que voltaron a neneza e
Nenos que se fan vellos de súpeto.

A guerra é un neno cruel que anda a xogar cos ollos dun cadáver.

Eu lles conto que a pel dos nenos está tinxida de sangue
E a dos vellos de lembranzas, ouriños e babas.
Un rapaz de pelo crecho anda a bulir como unha rata avarenta
Entre os mortos ós que lle limpa os petos.
Salta cadáveres como quen salta chanzos de ledicia
E nin o noxo nin a caridade arredáno do seu traballo cotián.

A guerra é un neno cruel que anda enredar entre mortos.

Eu lles conto que xa non lembro auga clara, porque todas
Se volveron fervenzas de sangue e barro que se achegan ós pes
Para lamber as feridas da carne infecta que tentan alimentarnos
Acugulando un maná putrefacto de restos humanos.
Levo pegada ó corpo a mugre das noites sen durmir baixo ceos bombardeados
E teño as pernas mexadas de sentir o medo percorrer o meu lombo.

A guerra é un neno cruel que lle arinca as azas ás bolboretas.

Eu lles conto que me arrincaron os peitos cunha pedra afíada,
Co gume torto dun croio, mentres os cans devoraban un berce.
Pasearon polo meu corpo toco miles de puñais no meu abdome virxinal
E cravaron, e cravaron en min ata que non saiu nin un pinga dos meus ollos.
Neste campo que cheira nos barracóns a merda e sangre coallada
Xa non son corresponsal de guerra, senón unha simple prisioneira.

A guerra é unha inmensa putada feita por grandes nenos crueis.

++++++

Yo les cuento que aquí muere gente cada día.
Que la chaqueta es metálicamente realidad.
Que la ciudad es un inmenso corredor de la muerte,
Por el que avanzan sin saber dónde ir las huellas marchitas
De viejos que volvieron a la infancia y niños que envejecieron de pronto.

La guerra es un niño cruel que juega con los ojos de un cadáver.

Yo les cuento que la piel de los niños está teñida de sangre
Y la de los viejos de recuerdos, orina y babas.
Un niño de pelo tieso anda enredando como una rata avariciosa
Entre los muertos a los que les limpia los bolsillos.
Salta cadáveres como quien salta peldaños de alegría
Y ni el asco ni la caridad lo apartan de su afán cotidiano.

La guerra es un niño cruel que juguetea macabramente entre los muertos.

Yo les cuento que ya no recuerdo el agua clara,
Porque todas se volvieron cascadas de sangre y barro que se pegan a los pies
Para lamer las heridas de la carne infecta que intenta alimentarnos
Reuniendo un maná putrefacto de restos humanos.
Llevo pegada al cuerpo la mugre de las noches sin dormir bajo cielos bombardeados
Y tengo las piernas meadas de sentir el miedo recorrer mi espalda.

La guerra es un niño cruel que le arranca las alas a las mariposas.

Yo les cuento que me arrancaron los pechos con una piedra afilada,
Con su filo tuerto, mientras los perros devoraban una cuna.
Pasearon por mi cuerpo mutilado miles de puñales en mi abdomen virginal
Y se clavaron una y otra vez hasta que no quedó ni una gota en mis ojos.
En este campo en el que los barracones huelen a mierda y sangre coagulada,
Ya no soy corresponsal de guerra, sino una simple prisionera.

La guerra es una inmensa putada hecha por grandes niños crueles.

Lucía Fraga.

domingo, 3 de octubre de 2010

ANQUILOSADA


Dádeme un pouco de acougo.
Précisome converter nunha clara Lucía.
Arredarme das corredoiras escuras da miña alma.
Acadar a plenitude de dous corpos en comuñón
E ser, por fin, muller completa e non remendo de fémias espidas.
Mais, esgoteime en anacos de xiz contra un muro de choiva.
Coma a man violenta que levou dunha labazada a miña neneza.
Nin sequera foi preciso esbirrar para perder a inocencia.

O mundo cae en troques de medrar no tempo das caricias.
E o meu corpo fica anquilosado e inútil coma unha fiestra de vento
Pola que se esbaen os bicos á noite e as apertas de madrugada,
Licuada muller de flores murchas pola que non agroma latexo ningún.
Son a que aínda non fun e non podo ser,
Polo camiño de aramios electrificados onde o meu corazón fai piruetas
E mira de esguello e con envexa noxenta ós namorados que se agochan nos soportais.
Porque teño os beizos de chumbo e non hai boca que mos poda bicar.

Fíxome Deus un ser con sede e tristura no corpo.
A cativa que non pode medrar máis que para recoller follas ciscadas polo chan.
Se chumbo teño por beizos, mazá fermosa e efémera teño por corazón.
A alma perdina nunha mala noite xogando ós espellos coa morte.
Cargarei a miña Conklin e darei un pulo de xigante
Para poñerme diante de min mesma e unha caixa de piñeiro
E, simplemente, escreber:
“Dádeme un pouco de acougo”




Dadme un poco de paz.
Necesito convertirme en una clara Lucía.
Alejarme de los corredores oscuros de mi alma.
Alcanzar la plenitud de dos cuerpos en comunión
Y ser, por fin, mujer y no remiendo de hembras desnudas.
Pero, me he agotado en pedazos de tiza contra un muro de lluvia.
Como la mano violenta que se llevó de una bofetada toda mi infancia.
Sin ni siquiera ser preciso estornudar para perder la inocencia.

El mundo se derrumba en vez de crecer en el tiempo de las caricias.
Y mi cuerpo permanece anquilosado e inútil como una ventana de viento
Por la que desaparecen los besos en la noche y los abrazos de madrugada,
Licuada mujer de flores marchitas por la que no resurge ningún latido.
Soy la que aún no fui y la que no puedo ser,
Por el camino de alambres electrificados por donde mi corazón hace piruetas
Y miro de reojo y con envidia asquerosa a los amantes que se arrebujan en los soportales.
Porque tengo los labios de plomo y no hay boca los pueda besar.

Me hizo Dios un ser sediento y con tristeza en el cuerpo.
La pequeña que no se puede hacer grande más que para recoger hojas tiradas por el suelo.
Si plomo tengo por labios, manzana hermosa y efímera tengo por corazón.
Mi alma la perdí una mala noche jugando a los espejos con la muerte.
Cargaré mi Conklin y tomaré impulso de gigante
Para ponerme delante de mí misma y de una caja de pino
Y, simplemente, escribir:
“Dadme un poco de paz”

sábado, 2 de octubre de 2010

LA MUERTE DEL PADRE


Hoy me he sentado a la derecha del Padre
Y he cogido su mano inerte.
Mi corazón latía al paso de los soldados
Que quemaban la hierba y los pastos.
El mundo es pequeñito y cruel, sangriento y familiar
Visto desde el cielo de la mano de Dios.
No hay nada más triste que un niño que muere.

Hoy me he sentado a la derecha del Padre
Y he cogido su mano exangüe.
Los niños ya tienen pelota con la que jugar,
Porque los han ahorcado con las cuerdas de la comba.
Mi corazón late deprisa y llora sangre,
Porque los soldados han matado a sus madres.
No hay nada más triste que un Dios que llora.

Hoy me he sentado a la derecha del Padre
Y he cogido su mano desprovista.
El cielo está vacío y el infierno está donde vivimos.
¿Adónde se han ido todas las almas?
A buscar cobijo en el vientre de la Virgen,
Mater amantísima que en tus entrañas surge la Vida.
No hay nada más triste que un cielo en ruinas.

Hoy me he sentado a la derecha del Padre
Y he cogido su mano fría.
Su triste mirada fija en el submundo.
Su boca cerrada en una mueca mal amortajada.
Su corazón parado por una bala de ausencia.
Saliva cayendo como manantial imantado.
No hay nada más triste que la muerte del Padre.

jueves, 30 de septiembre de 2010

DIOS SE CORTARÁ LAS VENAS


Dios ha cogido unas cuchillas de afeitar,
Porque está harto de todo
Y el Omnipotente no puede más.
Si Dios tiñe de sangre la tierra,
Con sus venas abiertas al día,
Un mundo sacrílego ha de renacer.

Sobre una madre muerta, llora un niño.
Rezuma el olor de podredumbre de los cuerpos
Que se hallan tirados por los campos de amapolas.
Alguien le ha cortado el cuello al cisne
Y ha estrangulado al ruiseñor.
Los pájaros ya no cantan,
Son asesinos de vidas en suspensión.

Dios se cortará las venas,
-la anciana divinidad está cansada-,
y un frío devastador se colará por las almenas de los cielos
sin dejar más rastro que un fuerte olor a muerte.
Las calles quedarán adornadas de cadáveres y metralla
Con niños sonámbulos jugando a “polis y cacos”.

Sobre una madre muerta, grita un niño.
“El cuello que se descuella”,
con la criatura entre los brazos,
no deja de aullar como una perra,
porque ya se llevan a enterrar en una cajita blanca
a la niña que traspasó el umbral de la alambrada.

La sangre de Dios moja la tierra
Y todo se vuelve putrefacta descomposición de ayes y asfalto.
El niño desnudo que venía para celebrar el año nuevo
Ha sido ejecutado “a las cinco de la tarde”.
La hora machadiana de la melancolía es una paloma negra
A punto de dispararse contra el corazón de la tierra.

Ahora que “Dios ha muerto”,
Apuremos nuestros vasos antes de que suene la sirena.
Instalémonos en nuestras cloacas como ratas,
Mientras, poco a poco,
Vamos perdiendo los ojos que ya no aparecerán
En los refugios sin Dios.

DIOS SE EQUIVOCÓ


Dios se equivocó al crearme
Lejos de mi ciudad de cristal.
Me formó con astillas y recortes de prensa.
Y dio lugar a la no-mujer.
La descreída.
La perversa.
La asesina de los pájaros.
Yo di muerte al ruiseñor,
Mientras Mister Finch daba cuerda a su reloj.
Me alimenté con las entrañas de los gatos muertos del puerto,
Mientras Jesús era un pescador de hombres.
Di mi alma al diablo por cuatro coronas:
Una de flores, una de espinas, una de laurel y otra de alquitrán.
Paseé descalza la Noche de los Cristales Rotos
Y mi cuerpo fue pasto de ametralladoras.
Con mi cadáver demoníaco vi caer los muros de la guerra,
Pero también vio el horror de los miembros mutilados.
Artistas tuertos, malabaristas sin brazos, bailarinas sin piernas.
Vi correr a los niños campo a través
Guillotinando las margaritas y sus vidas.
Dios se equivocó al crearme.
No sabía quién era todavía Lucifer.

miércoles, 29 de septiembre de 2010

CUANDO DIOS TIEMBLA


Dios tiembla
Alguna que otra noche
Que las cuchillas acarician mis venas.

Yo tengo un mapa de carreteras azules en el pecho
Por donde circulan los camiones que llevan
Los cuerpos a los hornos de cremación.

Dios tiembla
Cuando bebo la leche negra
De la ubre de la vaca muerta.

Se ha agotado el alimento de todos los pechos
Y sólo tenemos sangre en los labios
Y leche negra en los senos.

Dios tiembla
Al sentir mi sudor contra su pecho
Las noches que hace frío.

Desnuda deambulo por el campo
Buscando la tumba de mi Padre.
Dos palos y cuatro piedras.

Dios tiembla
Cuando paseo por un alambre
Que es mi vida en un paso mortal.

Me afilo las venas con peines de piedra
Y tenso el arco de las despedidas
Por cada noche en el calvario.

Cuando Dio tiembla,
Salto las lápidas de dos en dos
En este campo de exterminio,
de Horowitz a Frank,
pasando por los Celan.

Aún quedan niños en los barracones.
Niños que huelen a menstruación y a orina.
Niños que tienen la mirada de viejo.

Cuando Dios tiembla,
Un tiro en la nuca mata a un pájaro.
Y cae un hombre ensangrentado en la nieve.

Aún quedan pájaros en mi celda.
Pájaros negros con dientes blancos
Que no aprendieron a volar.

Cuando Dios tiembla,
Una niña muere en alguna parte
Víctima de un pez volador.

Apenas quedan niñas en el mundo.
Sólo las que tú recortaste de los visillos
Y colgaste con alfires.

Dios tiembla
Porque no sabe qué hacer con su criatura.

Si los dioses supiesen que el gran Dios
Creó a una suicida de tijeras y agujas,
El cielo ardería y
las almas tendrían que volver a sus tumbas,
mientras se escuchan risas en el Olimpo.

martes, 28 de septiembre de 2010

"PLAY A NEW GAME"


Estoy jodida como siempre, porque
No encuentro mi nombre in the Irish Poetry Review.
Pero vamos a inventar un nuevo juego,
Donde yo soy la chica de ojos marrón.
Van Morrison toca la guitarra, mientras yo me columpio
Como una aterrada Julia Roberts “Durmiendo con su enemigo”,
Pero tengo las piernas tan largas que puedo dar zancadas
Que me trasladan a Nunca Jamás y perder hasta mi sombra y
Cambiar un beso por un dedal.

Estoy jodida como siempre, pero ¡vamos, chico!,
Hay que disfrutar.
En este nuevo juego las lágrimas son aceite que sirven
Para encender las lámparas de los corredores
De la oscura casa de Vincent Price.
En el museo de cera no nos reconocerán,
Ni vendrá el viejo Edwards a enseñarnos El origen del mundo,
Ni a hablarnos de nuevos tiempos para el amor,
Cuando Gabo y el Cólera empezaron a flotar.

Estoy jodida como siempre, pero vamos a jugar.
Enciende la radio que la carretera es nuestra
Y no importa si nos matamos contra un muro de nostalgia.
Somos mucho más que “Dos en la carretera”,
Porque no tenemos código de honor.
Nuestras normas las dictó en la selva un mono loco
Que cantó una canción junto a un niño desnudo
Que creían que era Dios.
Y Dios vino de las basuras para decirme:
“!Ey, nena, estás jodida, pero hay que disfrutar!”.

domingo, 26 de septiembre de 2010

SANGRE DE LAGARTO (A Luz Lago)



Yo fui una niña con sangre de lagarto
Y maneras de adulto snob.
Una pequeña Oscar Wilde que amaba
El arte de no hacer nada,
Como le corresponde a la aristocracia.

Señora de mi fortaleza y verdugo de mi inocencia,
Pin y Pon jugaban a suicidarse en la casa-maletín,
Mientras los niños ahorcados pendían de su horca.
Y el amor era “un pájaro rebelde” y la ternura
Limoncitos de caramelo y palizas con las piernas meadas.

Crecí lejos de Dios, en el limbo que han sacrificado,
Más cerca del infierno que de la tierra,
Perdida en una estación de trenes que no llevaban a ninguna parte.
Sólo creía en el Gran Dios de la Catedral,
Con un alma extremadamente pecadora a los cinco años.

El pecado me persiguió durante años
Y yo le hice un hueco en el corazón
Adonde iban a parar todas mis merias.
Yo fui una niña con sangre de lagarto
Y ahora soy una lagarta con sangre de lobo.

sábado, 25 de septiembre de 2010

CARTA SIN REMITE


He dejado una carta sin remite
a tu nombre
Encima de la mesa.
De sobra, conoces mi letra
Y a ninguno se le ocurriría escribir.

Te digo
Lo que tantas veces,
Siendo aún muy pequeña,
Te contaba con los ojos.

Dirás
Que hace falta
Que me pasen unos años por encima.
Pero a los cuarenta
Las venganzas saben a destiempo
Y a mí
Me quedan muchas caras que romper
Por los dos.

Se acabaron las tragedias,
Aunque la nostalgia
Sea el único pasatiempo.

Al fin puedes estar tranquilo:
Soy una señorita, lo has logrado.

Pero eso sí,
De la casta Borgia
Para tus enemigos.

jueves, 23 de septiembre de 2010

SÓLO DE CARNE Y HUESO (A Luis Vecino)


Mantenemos nuestras facultades mentales,
Pero, apenas, ya somos seres humanos.
Nos queda la carne y el hueso,
Cáscara primera,
De la que nos desharemos llegado el día.

Tengo sensaciones, no sentimientos.
He perdido mi capacidad para amar y desamar.
Mi cuerpo es una Tábula Rasa
Y entre las piernas tengo el sexo de los ángeles.

Ya no somos, apenas, seres humanos
Invadidos por el arte de la belleza y el horror.
Extraña conjunción que Rilke concibió
Para los artistas, hermosos y fracasados.

No entiendo más significado que el de la Sublimación,
El arte por el arte,
La muerte que vendrá para finalizar esta obra incompleta
Que soy yo a punto de caer rendida al suelo.

¿Qué nos queda de la Vida?
Un pedazo de carne y obras por hacer.
El éxito no existe, es sólo una falacia
Para quienes se creen algo y llevan
Un cuerpo a su cargo.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

NOCH EINMAL


Me vuelvo a asomar por la ventana
con un pitillo en la mano,
rompiendo la promesa
que la cianosis y los pulmones abotargados
me habían hecho jurar
una mala noche de germanías.
El brazo moribundo y tatuado
por un mapa de cortes rituales
era la señal para que Herr Arzt
encontrara a la extrajera semimuerta,
diluida ya en un sueño Camino de Santa Fe.

Pero ahora, al otro lado de la casa,
no encuentro ni siquiera el rostro
de una madre llorosa,
sino la neurótica búsqueda
de una salvación que nunca llega.
La lluvia me rebautiza para devolverme
mi maldita identidad cristiana
que no borrará de la frente
la marca a fuego del árbol delos cainitas.

Nadie puede dar la absolución
a los suicidas ni a los muertos
que estamos fuera del Campo Santo
y hacemos bonitos juguetes
con cuchillas, cuerdas, trozos robados
de tela putrefacta y encaje o fino raso, terciopelo y
brillantes remaches de madera podrida
para los niños durmientes de las cajitas blancas.
Aún les queda tiempo para jugar,
mucho tiempo.
El que no tuvieron: Toda la eternidad.

Las hélices de los aviones.
El viento que hace cantar al coro trágico;
de árboles, postes eléctricos,
carteles que se golpean contra
las vallas publicitarias
sólo tienen un anuncio para las hijas de Caín:

“No encontrarás tu cara, más que en las marcas del agua y nunca te reconocerás”

Y habló Yahvé desde el Seol, sentado en el escaño
de los días venideros a la desmemoriada:
“Dies Irrae, Dies illa: Quantus tremur est futurus

No se puede desafiar a Dios, ni tratar de atravesar tantos ríos:
Ahora, sin saberlo, has iniciado tu tránsito por el Leteo” Amén.

martes, 21 de septiembre de 2010

TU ALIMENTO


Bebes de mi pecho, haciendo piruetas en espiral.
Mi seno es un pan tierno, de miga sin corteza,
Con un leve grumo de harina que se expande en mi piel
Cuando tu boca lo empieza a ensalivar.

Aletea tu lengua, sobre mi pezón, corrosco de pan
Y comen tus ganas de piel,
Mi piel blanca, mortal y rosa, antes de desfallecer.
Bebes de mi pecho el licor infame de la más efímera
Pura Belleza.

Te alimento al compás de mis caderas,
Mientras, tímidamente, buscas la deliciosa uva
Que se esconde entre mis piernas, diminuta y húmeda,
Que espera que tu lengua sepa descifrar sus signos extraños.

Nos devoramos.
Nos devoramos sin darnos tregua.
Y yo soy pubis, labios, pezón, espalda, lengua...
Y tú.
¿Qué eres tú?
El hambre a manos llenas.

lunes, 20 de septiembre de 2010

AGUARRÁS EN LOS OJOS



Ahora que me has dejado desnuda
Delante del espejo
Y te has marchado para no volver,
Me derrumbo como una mujer de barro
a medio hacer.

Mitad hembra, mitad tierra
Me modelo a mí misma
Y hundo las manos en la carne
Que una vez fue una contigo
Y ahora sólo es vacío, arcilla y agua.

Desnuda delante del espejo
Te recuerdo con los ojos de anteayer
Con ojos incendiados de olor a aguarrás
Que no pueden dejar de lagrimear
Frente al olor intenso de los recuerdos.

Esa mujer modelada que se ha hecho a sí misma
Soy yo.
La misma que te abrió la puerta
Que cerraste de un golpe,
Desnudándome de todos mis deseos.

Mas mis pies son como el plomo, no de barro,
Ilusiones de piel del primer hombre del paraíso.
Yo he renacido de los barros primigenios
Tu desprecio es mi alimento
Y sobre tu marcha yo prendo un regenerador fuego.

sábado, 18 de septiembre de 2010

AMOR DESTRAGADO


Te has ido, dando un portazo.
Ya puede la muerte llevarme.

¿Qué puedo hacer con tanto amor destragado?

Ya no me quedan lágrimas, ni ganas de llorar,
Tan sólo un hueco en el pecho como si un pájaro
me hubiera devorado el corazón a picotazos
y ni de mi alma ni de ese hueco deja de manar sangre.

Ya puede la muerte llevarme.

Apenas queda ya nada de mí.
Todo te lo llevaste en tu maleta:
Cuerpo, alma, sentimientos y sentidos,
Excepto, este dolor agudo como una navaja afilada.

Ya puede la muerte llevarme.

¿Qué puedo hacer con tanto amor destragado?

Abriré con esa navaja mis venas al sol
Y escribiré tu nombre con sangre por las paredes,
Haré cruces de amor para invocarte,
Antes de que el sueño eterno me borre para siempre.

Ahora sí.
Ahora sí, ya puede la muerte llevarme.

ENTRE TU MIRADA Y MI MIRADA


Entre tu mirada y mi mirada, hay un vacío abisal.
Donde antes hubo ojos repletos de flores y frutos,
Hoy tan sólo quedan las cuencas vacías
De un cráneo desdentado.

Estamos tan lejos, que ni el puente más pequeño
Nos puede acercar.
La distancia se ha instalado entre dos cuerpos
Que ya no saben conjugar el verbo “amar”.

Entre tu mirada y mi mirada, hay una ausencia total.
Nuestros ojos se han vuelto ciegos y ya, apenas,
Nos vemos las caras que se han vuelto extrañas
En este proceso de dejadez brutal.

Mis ganas por el suelo, tu mente “sabe Dios”;
Somos dos desconocidos que sólo comparten el mismo pan.
Ya no tengo ganas de escuchar las palabras gastadas
Que intentan retenerme un poco más.

Solamente te digo que
Entre tu mirada y mi mirada,
Ya nada queda,
Aunque te empeñes en atarme con tus pupilas,
esas malas dueñas.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

SUEÑOS DE CLOACA


Todo lo que me contaron de niña
No fue más que una sarta de mentiras.
El amor es una quimera,
Un vulgar toma y daca,
Que me envolvieron en celofán amarillo,
Como un regalo envenenado.

Los aviones se pueden caer
Y la gente muere a millones cada día.
Incluso pueden señalarte a ti las parcas
Y cortar los hilos de tu vida.
Hay sonrisas que esconden malas intenciones
Y sorpresas entre las piernas.

Todo es verdad y sueño en la infancia,
Pero cuando creces no puedes parar de vomitar.
Aunque los Reyes sean los padres,
Aunque los cuentos sean ficción,
Aunque creas que mamá lo arregla todo,
El amor es la mayor mentira.

Hay hombres que te siguen por las noches.
Hay niños que mueren al nacer.
Hay viejas con barba y mal aliento.
Hay noches que las deudas no te dejan dormir.
Hay pastillas para todo lo que puedas escoger,
Pero al príncipe azul lo mató la varicela.

Ninguna princesa tuvo nunca su futura corona de reina,
Porque éramos todas bobas niñas de papá.
Beatas y piadosas, soñando con un cielo adonde iban “los demás”,
Porque tienes seguro a todo riesgo con papá y mamá.
Se inventan tales historias, que por un segundo,
Todavía dudas si Dios era de verdad.

martes, 14 de septiembre de 2010

LA CABEZA ENTRE LAS MANOS (A Jon Jonenjur)


Tengo sueño, pero no me apetece acostarme.
Tan sólo tirar esta copa al suelo para ver
Cómo cae el Oporto entre cristales ambarinos.
Estoy cansada de rezar, de pedir a gritos un poco de paz.
Y de ese dios onanista, que no deja de mirar a las chicas
Desnudas de los vestuarios del barrio del Mar.

Ya no me preocupa saber si he sido valiente.
Ahora tan sólo miro al gato que se acerca por mi ventana
Con la boca llena de sangre y los ojos febriles de odio.
Dejé de ser ratón hace mucho tiempo, para convertirme en
Rata de cloaca siempre detrás de la mierda.
Jon tenía razón: construí una piara con mis versos.

Yo, con la cabeza entre las manos y
Dios jugando con su sexo blando y flácido.
¿Quién de los dos ha sido más torpe?
Quizás él, haciendo solitarios, mientras yo
Me colgaba con la cuerda con la que jugaba.
El caso es que ya nada me importa.

Escribir lo puede hacer cualquiera.
Dirigir el universo ya lo hacen cuatro patanes.
¿Qué quieres que te cuente?
¿Que por las noches caen bombas en mi cama,
La que está vacía y sola?
No, mejor me dejo de cagadas.

lunes, 13 de septiembre de 2010

LA VIUDA


La vida no me ha tratado bien, Señor,
Aunque procuro no quejarme y
Llevarlo con resignación.
¿Ve, Señor? Esta cicatriz me la hice
cuando traté de cortarme el cuello,
porque una noche delante de mi casa
un hombre de blanco intentó violarme.
Mi marido se murió dejándome en la calle,
Con tres hijos y un piso de alquiler.
Le digo que la vida no me ha tratado bien.
Si yo le contara lo que he tenido qué hacer
Para sacar a mi familia adelante...
He hecho de casi todo
Lo que una moral decente permite.
He planchado hasta no tenerme de pie.
He servido copas sin dejarme tocar un pelo.
He cosido hasta que me sangraran los dedos.
Y tantas, tantas cosas...
Siempre decentes, Señor.
Porque yo soy mujer de un solo hombre y
Aún no he olvidado a mi marido.
¡Mire mis rodillas cómo están de fregar!
¡Toque mi espalda partida de barrer!
Yo creo que lo nuestro bien se puede arreglar, Señor.
Entre un hombre y una mujer,
Siempre de manera muy decente...

domingo, 12 de septiembre de 2010

SI SIENTO


Si siento tus labios acompañando a los míos
En sabroso beso,
Acompasado tu cuerpo y el mío,
Noto cómo una suave y deliciosa humedad
Va haciendo flotar mis frutos sagrados.

Mi corazón se acelera
Y un latido impertinente en mi pubis
Transmuta las palpitaciones de mi entraña,
Entre sístole y diástole,
En múltiples golpes contra el yunque
en el que golpea con fuerza
el martillo del deseo
la diminuta pepita de oro.

Y es que mi clítoris quiere salir
Para perderse entre tus dedos y
Si siento que mi flujo lames
entre mis piernas
Nada me consuela.

Te muestro orgullosa mis pechos,
-Regalo que tengo escondido- y
si siento florecer mis pezones en tu boca,
ya no quiero otra lengua que los lama,
aunque, caprichosos,
huyan de tus labios.

Me gusta cabalgarte
con la armadura puesta
-de algodón o de lycra-
y si siento que creces en ti
mi sexo se vuelve
cúpula sagrada.

Si siento que me sientes.
Si acaso, nos sentimos.
Mi yo es un orgasmo en seco,
Quieto y silencioso,
Que va reproduciéndose
Hasta inundarlo todo.

EL ASESINATO


Yo aprendí a hablar con una piedra en la boca,
cuando el mundo era un eterno desfile por brazos desconocidos
y las almas se deshacían dentro de puños violentos.
Me acostumbré al silencio y a la hipnosis de los relojes.
A la caricia del verdugo antes de dormir.

Del hacha comprendí
que las heridas más dolorosas no se abren en la carne.
Y aunque mi grito se fue haciendo anónimo,
cuanto más crecía,
más eran las manos que cercaban mi cuello.

Comencé a caminar de noche,
convencida de que la sombra era un escondite para ciegos.
Di mis primeros pasos a oscuras
y mis primeras palabras fueron para el reflejo de una ventana.
Pero un día me escapé y corrí hacia el sol.

Dicen que hay niños que traen un pan debajo del brazo.

A mi me robaron el pan:
yen su lugar
puse un cuchillo.

sábado, 11 de septiembre de 2010

BODAS DE ORO EN RICK'S


Y ahora me encuentro aquí,
con los restos de sangre en las piernas
con la jodida noticia de que has vuelto.

¿Qué te trae de muerto
lo que no te trajo de vivo?
Yo sigo aquí,
con la misma gabardina.
Soy la chica de “El loro Azul”,
pero no me preguntes por nadie, ¿vale, muchacho?
Dijimos sin preguntas,
como le habrías dicho
a tantas “nenas impresionables”
necesitadas de un héroe.
A las que seducías con tu cara larga
y tu aspecto de tipo misterioso.

Yo he sobrevivido sin tí,
sin un visado para Lisboa,
sin viajar al país de Los Inoportunos.

Borracha, jugadora, contrabandista...
Nada que no hicieras tú en tu café americain
Te vendiste al paseo de las estrellas
y preferiste una vida “tranquila”,
con una chica mona
que no les escupía a los tahúres. (Una Guerra hace daño, mein lieber)
Claudicaste, perdedor.

Renau murió en extrañas condiciones...
¿Extrañas? ¡Ja! Un marido cabreado.
Tú hubieras muerto también
de manera extraña,
pero sin ese romanticismo,
que te atribuía el capitán.

Ya sabíamos todos que Sam
no sabía tocar al piano
más que aquella maldita canción.
Por eso se desacompasaba
de la orquesta y la moviola;

Como tú,
que dejaste dos vidas
y una viuda no reconocida
en
compás
de espera.

viernes, 10 de septiembre de 2010

ANIVERSARIO EN DACHAU


Dijimos “sin preguntas”,
aunque ahora hasta daría un euro-dólar
por tus pensamientos en negro.

Tal vez, te tenga que sacar
la moneda de debajo de la boca
para saber qué piensa un muerto
y, así, dejarte en esta orilla,
condenándote conmigo
sin blanca para pagarle al barquero.

Aquel día los alemanes iban de gris,
y tú llevabas esta misma gabardina
con la que limpio las gotas de whisky
en la misma mesa
donde nos dijimos “bis morgen, Liebe”.

Víctor e Ilsa pasaron a la Historia.
A la Historia de los libros, los diarios,
los homenajes y los sellos.
Tú y yo quedamos sellados,
como cada uno de los latigazos
que dejó la garra de Dachau
en mi espalda.

“Yo corría sobre el camino del campo,
hecho con las lápidas de los Horowitz.
como por el teclado de un viejo pianista,
de octava en octava mal percutida.

El ángel de la muerte me había desnudado.
Marcó con una estilográfica Sheaffer Wasp
los puntos de intervención:
La falsa judía era demasiado resistente,
demasiado lívida y demasiado rubia:

Había que inocularle la semilla de un ario

La misa del Gallo. Mi infancia en Leibnizstrasse.
La espalda en arco. Los ojos hacia el filamento de una bombilla.
El gramófono de la casa de mis padres: Preludio a la siesta de un Fauno.
Uno. Cuchillada abdominal de carne humana.
Primeros pasos de la mano de mi hermano en Schloss Sanssouci bei Potsdam.
Dos. Giro la cabeza: lleva una pistola.
El desván de la casa de mi abuela y mi amiga Hildegard.
Tres: Muere.
Me saco al SS de encima.
Cojo una gabardina y una boina. Paso el control. Disparan. Tú gritas: LASSEN SIE”

EL GOCE DEL DOLOR I


PARA COMPRENDER, ME DESTRUÍ (Fernando Pessoa).

He llegado al fondo del dolor; a esa habitación oscura donde tiritan los enfermos con uniforme blanco. Busco por las paredes, con el tacto estúpido del muñón, una grieta de la que salga un poco de luz.
Ya no sé vivir conmigo, sino fuera de mí, vertida como agua sucia sobre las flores de una tumba. La flor, esa felicidad cortada para adornar lo que por el contrario dura siempre.

1. UNA VIRGEN DE BUÑUEL.
He cogido el autobús temprano, dispuesta a ir a cualquier sitio lejos de mí. Subida al bus, me idiotizo y me convierto en una fotografía mal recortada de aquellas a las que se les hacía a los muertos en el siglo pasado. Me quedo hueca, contemplando sobre la ventana el reflejo de mis propias manos angulosas que me recuerdan a las de Nosferatu. Me deslizo por las falanges pálidas como una hormiga sobre una montaña de carne humana. Con las manos entrelazadas tengo aspecto de madre, de mística esquizofrénica, de virgen hecha de pan de oro y hasta debo reprimir el instinto de beatitud para no juntarlas haciendo un racimo de pecados.
Me dejo abatir por la circulación y las bocinas. Los conductores escupen por las ventanillas, los revisores siempre quieren echar a alguien a la calle. Nadie se da cuenta de que en el asiento de la derecha está la virgen de los podridos. Soy una iluminada de tubos de neón, fabricada en tiempos de ceguera. Pero, de pronto, alguien parece arrodillarse para pedir clemencia de mi mano incorrupta y, sin embargo, el milagro se desvanece, en el momento en que el desprotegido se ata los zapatos. Aunque casi sin querer, cuando pasa a mi lado, le susurro un lánguido “Ego te absolvo”, porque sólo el mayor pecador tiene derecho a perdonar, porque únicamente el asesino es el verdadero sacerdote del delito.
Qué dios es ése que puede limpiar de una culpa que desconoce. Sólo la depravación es sabedora de su alcance. Sólo ella puede borrar las manchas del espíritu, porque sólo ella es capaz de autorrectificarse, de inmolarse en nombre del Pecado.
Y mientras sigue entrando gente, ya que nunca salen -aunque así lo crean-, sigo degustando mi potencia cadavérica y apuntando condenas en la memoria. Me pegan codazos, empujan con las bolsas –reconozco que las viejas gordas son mi perdición, porque cargan con el féretro de mañana y no con las patatas de hoy-. Y un niño me sonríe desde una silla con una cesta y un oso blanco. Casi puedo escuchar el tintineo de unas campanillas que me devuelven a una época inmaculada y feliz, pero me horrorizo al comprobar que él también es muerte futurible y siento cómo su cuerpo pequeño se me deshace entre los brazos, putrefacto, tratando de unir a dentelladas la cabecita y los brazos, pero nunca hay misericordia. No hay contemplaciones ni siquiera para los que aún no se han embarrado.

miércoles, 8 de septiembre de 2010

LA NOCHE DE MI CUERPO


He visto el rostro de mi madre llorando,
reflejado en el suelo.
Me he asomado a la ventana
y me he vuelto lluvia que cae
sobre la ciudad insomne.
De noche pierdo por completo
la noción de mi cuerpo
y, poco a poco, me incorporo
a este paraíso de los idiotas.
La calle tiene un extraño color de gato nocturno
que casi no me deja reconocer
mis manos mezcladas en la niebla.
Estiro los brazos
por encima de los laberintos de hormigón
con el mismo vuelo que alzan mis manos
sobre los recuerdos.
El tiempo se despereza en esta noche
que es la noche de mi cuerpo
sobre la ciudad mojada.
Caen a raudales las aguas dormidas
que recorren los laberintos de cristal,
ciudades que sueñan dentro de una bola
que guarda la nieve del invierno
sobre las estancias durmientes.

martes, 7 de septiembre de 2010

LEDA ATÓNITA


Tengo las piernas manchadas de sangre
Y un estupor de alas en mi vientre.
El lascivo animal me poseyó aquí tirada
Mientras mi sexo ensangrentado aún doliente
Se cubre de plumas y un intenso olor a templo,
Que el dios del Olimpo ha venido transformado
Y todo lo inunda su divina presencia.

Un bello cisne se acercó a mis manos puras
Y entre juegos estiró su cuello entre mis piernas.
Mas sus alas me atraparon en un abrazo infinito
Del que fui presa para atravesar mi himen con su pico.
Sentí un dolor agudo, como de aguja de calceta,
Y caí desmadejada entre la humillación y el deseo apagado.
Sus alas acariciaron, entonces, mi cuerpo.

Yo soy Leda, la por Zeus amada como cisne por disfraz.
El que ahora se recuesta en mi pecho
Y duerme tranquilo el símbolo de Darío,
Sin saber que han de llegar otros tiempos
En los que se anuncie su caída, no en el Olimpo
Que es eterno e inmutable, sino en la tierra de los hombres
Que estrangularán el cuello del cisne.

jueves, 2 de septiembre de 2010

MÍRAME


Mírame.
No te avergüences de mi impúdica figura.
Courbet la pintó como “El origen del mundo”.
Fons et Origo a donde te conduce cada noche
Esa voz impertinente que tira de tu entrepierna.
El deseo, esa voz, que ahora confundido te tiene
Atrapado entre el eunuco y el voayeur.

Mírame, no ladees la cabeza y clava en mí
Tu mirada más concupiscente.
Mis piernas se han abierto para ti
Como el telón de un gran teatro
Para darte el mayor espectáculo del mundo
Y tú, privilegiado, estás en primera fila.
Tan cerca, que si quieres, puedes tocarlo.

Mírame, así.
Así, con los ojos febriles de adolescente.
Acércate más, que tu pecho late fuera de sí.
Póstrate ante él y olfatea su perfume de sal.
Te ha vencido el veneno de la hermosa flor abierta.
Pero, ahora, sacas fuerza de flaqueza
Y quieres extender tus dedos al abismo.

Mírame, así.
Así, con la boca del sediento en medio del mar.
Dibujas con placer círculos concéntricos sobre él
Y, orgullosamente, me tienes en tu red de náufrago
Que ya sólo quiere saber cuál es el sabor
Del agua de la fuente donde todo empezó.

miércoles, 1 de septiembre de 2010

¡CALLA Y DISPARA!




Se te nota por momentos que has sido seminarista.
Todo te parece pecado ahora, pero cuando te entregas
Tienes indulgencia plenaria para tu placer.
No me vengas diciendo que sólo una cualquiera haría esto.
Y sin embargo, no te avergüenza acariciar mis glúteos y
Contemplarme apenas con medias y liguero.

Esa cámara, ese objeto endemoniado, te esta llamando,
Aunque no quieras dejar recuerdo grabado de tus remordimientos.
Sólo te pido que la dispares y el recuerdo quedará
Entre mi almohada y mi obscenidad.
No me vengas con sermones baratos de cura de aldea,
Si no para eso, quédate en tu cama solo, la próxima vez.

Enfoca bien desde mi culo a los tacones,
Que ese pedazo de carne es delicia de otras bocas
Que saben apreciar el arte de la fotografía.
No me llames perversa ni malvada mujer,
Sólo te pido que dispares una sola vez.
Sé el artífice de mi fantasía y luego me darás
Un “Ego te absolvo” entre las sábanas.

Es muy sencillo, encanto, sólo hay que apretar.
Mirar por el cuadrado y girar el objetivo.
Dios también te perdonará por las noches indecentes
Y esta herejía que tu Eva ha puesto en tu mano.
Ya no soy una niña de colegio ni tú un maestro,
Así que guarda tus consejos para quien los pida.
Así que, ¡calla y dispara!, cretino.

martes, 31 de agosto de 2010

LA PARADA DE LOS MONSTRUOS


Recuerdo mi llegada como
un primer día de colegio macabro.
Me metieron en una habitación vigilada,
Pero antes,
Me desnudaron y palparon mis heridas
Delante de un guardia de seguridad
Que daba la espalda.

Me dejaron sola
Y yo me senté en el suelo en posición fetal.
Me lo prohibieron.
Pero yo me acunaba en la cama
Con las sábanas del sergas
Y volvía al útero de mi madre.

Por la mañana,
Un desfile de mujeres desnudas
En las duchas sucias y llenas de esponjas enjabonadas,
Me recordaban a las vacas en el matadero.

“Yo soy Dios y Lucifer”.
“Yo me follé a mi madre”.
“A mí me llaman para que salga por la ventana”
“¿Crees que soy atractiva?” –y apareció desnuda en mi habitación
cubierta de pelos en las piernas e ingles
y un vientre de matrona romana con el pecho caído.

Las enfermeras, ineficaces papagayos inquisitivos:
“Que corra el aire, Señores”.
Esquizofrénico recuperado, yo, su musa de la fotografía.
Partidas de ajedrez que eran nuestra forma de hacer el amor.
Sólo en la sala de fumadores, nos cogíamos la mano.
Pero se marchó,
Como se marcha el verano hecho un niño salvaje.
Apenas nos pudimos despedir.

Pero dejó una rosa en un vaso de agua en mi habitación
Y yo sentí cómo latía el corte de mi cuello,
Porque, aunque nos lo juramos,
No nos veríamos nunca más.

Yo, su musa de la fotografía.

domingo, 29 de agosto de 2010

LLEGAS TARDE, AMOR


Llegas tarde, amor, la fiesta ha terminado.
Aunque sólo me veas con las bragas, las ligas y las medias,
No pienses que voy a jugar contigo una nueva partida
De “romanos y sabinas”.
¿Qué importa qué ha pasado?
No pusimos reglas y yo no soy tu amor en exclusiva.

“Que has llegado tarde y yo estaba hambrienta”
De pie y frente a frente, te digo lo que pasa,
Con mis hermosos pechos mirándote a la cara,
Como reflectores de campo, que escrutan en tus ojos
Mis pezones la pregunta de por qué están aún erectos.
Y tu pregunta esconde otra sobre el hombre que lo ha hecho.

No soy ni tu mujer, ni tu novia, ni tu hermana.
Y ni siquiera me has puesto un piso donde fornicar contigo.
No te extrañes, entonces, de llegar a mi casa y encontrarme
En sudores, caliente y aún medio excitada.
¿Creías que esperaría eternamente tuya calentándote la cama?
No me digas que me vista y que parezco una fulana.

Me cansé de esperar tus falsas promesas postcoitales:
Que ya estabas harto, que la ibas a dejar.
Lo que pasa es que mi coño de veinte años menos
Era lo que te gustaba de verdad, después
Llegar a casa y tener la comodidad de un hogar perfecto,
Aunque tu esposa se limitara a cocinar y abrir las piernas sin más.

Sírvase usted mismo, caballero, hay de todo en el mueble-bar.
Le vendrá bien una copa para templar los nervios.
Whisky doble con agua y sin hielo, creo recordar.
Aflójate la corbata y quítate los zapatos, porque te va a venir bien.
Brindemos por un último homenaje:
Aquí tienes mis bragas y su demanda de divorcio.

martes, 24 de agosto de 2010

EL OBJETIVO DESEADO


Como si de una máquina fotográfica se tratase
Abro y cierro mi objetivo.
Mis piernas disparan un fulgor de flash
A los mirones de este pobre café.

Fotos por las paredes, recuerdos del ayer,
Pero todo quieren ser atrapados
En mi daguerrotipo de piel húmeda y pelusa
Que desprende el aroma del que sólo es capaz una mujer.

Sentada con las piernas abiertas,
Paparazzis excintantes que instan a las manos sobre el sexo,
Se retratan contrabandistas, matones, tahúres, proxenetas
Y algún que otro buen hombre con ganas de meterla.

Mis anclas descaradas se abren para el mundo:
“La veis-Ahora no la veis”-ésa es mi consigna.
Con el mismo “clic” de una máquina fotográfica
Se dispara mi objetivo y la sed entre mis piernas.

Soy una pobre chica, a quien nunca nadie amó,
Por eso me consuelo con un vaso de whisky
Y sacándome las bragas para que por un minuto
Mi centro sea el de todas las miradas.
¡Sonría, Por Favor!

domingo, 22 de agosto de 2010

NO SOY DE ACERO INOXIDABLE


Aunque contonee mis caderas sinuosamente
Y se me pegue la lycra del vestido,
No soy de acero inoxidable.
Mientras en la oficina se espera mi llegada
-para ver el culo más famoso de la séptima planta-,
yo lloro dentro del retrete de un cafetucho,
porque me cansan los días y el Prozac.

Cuando a alguno se le caen los ojos en mi escote,
Se los devuelvo dentro de un folio estrujado
Con los dientes apretados y ganas de arrancarle los huevos.
No, no soy de acero inoxidable.
Y hay toda una vida debajo del cuerpo.
Porque vuelven los fantasmas y he vuelto a poner en el cuarto de baño
Un campo de batalla: cuchillas, toallas y agua caliente.

Pinto de rojo mi sonrisa infantil y estiro el paraíso
Hasta la séptima planta donde acaba mi vida.
El director de Recursos Humanos me llama a su despacho.
Me quiere poner de rodillas y no por echarme a la calle.
No, no soy de acero inoxidable.
Prefiero dar un salto por la ventana que “re-bajarme”.
Hoy me he zafado, mañana Dios dirá.

Leo el periódico y tomo un café: millones de muertos
Y el mundo gira igual, entonces, me pregunto:
“¿Qué importa una más?”
Hoy en el lavabo todos se podrán masturbar
E incluso manosearme los pechos aún calientes.
Inconsciente, tirada en el suelo.
No, no soy de acero inoxidable.

He desayunado café con tres cajas de Rohipnol.

jueves, 19 de agosto de 2010

UNA CONKLIN DESCARGADA


Apenas me reconozco.
¿Quién es esa mujer que se mira en un espejo?
Si no fui niña inocente, ni adolescente-Navokob,
¿Qué clase de mujer se mira con esa inútil dejadez?
No pedí la guerra, ni quise la paz,
Pisé con mis tacones poemas “Make Love, not War”.
Y no estuve en Casablanca en el momento ideal.

Mi rostro me conmueve con su llanto callado.
Lágrimas salpican el espejo donde no acabo de encontrarme.
Fui víctima y verdugo de la inseguridad social.
Y aún recuerdo las duchas de agua caliente después de disparar.
Cabellos mojados, toalla a la cintura y una “conklin”, edición limitada,
Por limpiar, con las manos teñidas de sangre en honor a Mark Twain.
Para poder matar hay que haber muerto muchas veces.

¿Qué reflejas, en este instante infinito, alma pecadora?
Yo no quería lucir aquellos zapatos de charol
Ni llevar un pedrusco en el anular más grande que un ojo.
Ni me vendí a la policía por un pasaporte a la frontera.
Por eso terminé colgada a una botella en el boulevard de las putas,
Que aunque nunca me confundieron con una,
Al menos comían caliente y dormían bajo techo.

Adoro esta cara que beso contra el frío de cristal “Identity Card”.
Atrás queda el morado de los cardenales y toda la puta curia
Que me estamparon en la cara por no ser una chivata.
Aprendí a coserme la boca, a labios partidos, a manos sudorosas
Buscando entre mis piernas y a olor ácido de sexo masculino.
Que nadie se atreva a apuntarme con el dedo por cargar una “conklin”
Y descargarla contra la tapa de los sesos de aquellos cabrones.

martes, 17 de agosto de 2010

NEGRA Y DE METAL


No puedo lucir azahar en la muñeca el día de mi boda
O, tal vez, puede que nunca me lleve al altar mi padre.
Yo nací para doncella hasta el matrimonio,
Pero una noche de copas se me rompieron todos los cristales.
Empecé con un gin-tonic y acabé frecuentando un frío motel
A veinte kilómetros de la ciudad y a un abismo de mi mente.

De motel a Hotel, de Copa a Champagne,
De Señorita a Quientuquieras, cariño.

Puede ser que no fuera prudente vestirse de blanco en esta ocasión.
Aunque no tenga ya el himen de porcelana y por mi cuerpo
Hayan desfilado desde abogados a trapecistas dejando sus babas,
Siempre queda un deseo de ser la cenicienta antes de las doce.
No, no me casaré con un tipo que me saque del arroyo.
Perdí la inocencia cuando las otras niñas jugaban a la cuerda.

De motel a Hotel, de Copa a Champagne,
De Señorita a Quientuquieras, cariño.

Yo me diluía como tinta en alcohol creciendo a bofetadas.
Y resultó que el amor era una quimera que se puede ofrecer
Al mejor postor con máster, sin estudios o con carrera.
Drástica gimnástica de golpes pélvicos y púbicos
Por los que te llaman “Puta” en la calle y te adoran
como a una Virgen en la cama.

De motel a Hotel, de Copa a Champagne,
De Señorita a Quientuquieras, cariño.

Las noches histriónicas, histéricas, heladas se llenaban
De ansiolíticos, ginebra y saludos al cuadro de Don Gaspar Melchor de Jovellanos,
Que miraba con reproche
Las fotos familiares recortadas, vacías de mí,
Las colillas, la ropa sucia, las sábanas sudadas
De dos cuerpos que se encontraron.

De motel a Hotel, de Copa a Champagne,
De Señorita a Quientuquieras, cariño.

Mejor para todos que papá haya muerto.
Ya no llevaré velo para tapar ninguna desvergüenza.
Ni me sacará del arroyo ese tipo rico y viejo que dice que me quiere.
Ella fue tomando mi cuerpo y yo fui vendiendo mi alma.
Ésta es la última que chupo. Negra. De metal.
Todo esto quedará perdido.

Menos mal que después no tengo que limpiar.

lunes, 16 de agosto de 2010

VAMPIRESA DE AZUCARILLOS (A quien ya lo sabe)


“Vampiresa de azucarillos”-me llamaste entre cañas,
mientras yo me quería desenvolver de aquel patán de la marina,
que sólo quería follarme, aunque yo fuera un puto cadáver.
“Vampiresa de azucarillos”-brindando “pour la vie” al son
de la vieja canción de la francesa de voz desgarrada.

“Un guiño al universo”, una palabra enloquecida recién salvada
del saco de los versos muertos: tú, clarividente y gitano.
Una salve a los falócratas de camisas blancas y almidonadas,
Silencios rotos por gritos: él, agresivo y descerebrado.

“Vampiresa de azucarillos”, entre el rouge de mis labios
y la sed de tu boca. Nostalgia azucarada de sonrisas del ayer.
Tres tipos complicados en un triángulo nada amoroso:
Él rudo dios Marte buscando en mí a una exangüe Afrodita,
Tú, dios Pan, con tu flauta entre los taninos,
Yo, mortal mujer, fruto de rizos rojos y aroma a noche.

“Vampiresa de azucarillos” que la vida diera por sorber tu glucosa,
aquella velada entre armonía y desafinado de la mano de un cabrón
que se masturbaba a mi lado, mientras yo dormía o que me despertaba
tratando de sacarme los pantalones y diciendo: “tú sigue dormida”.

“Un guiño al universo” en unas ánforas de agua que cantan solas,
tal vez, tan sólo transformados en cerveza con el dulce amargor
de las últimas despedidas, de cuando no fuimos lo que quisimos y
en la boca queda sabor salado de lágrimas aún tiernas.

miércoles, 11 de agosto de 2010

EN LA MUERTE COMO EN LA VIDA

Nadie te dirá cómo hacerlo.
En la muerte como en la vida,
Uno ha de aprender a arreglárselas solo.
Te olvidarás de los besos nocturnos por las esquinas,
De las coristas de largas piernas ofertando sus plumas y cuerpos,
Entre champán y lentejuelas brillantes.

Todo el mundo apartará la mirada.
Llega un momento que hay que hacerse “hombre”,
Tirar las pistolitas y los sueños de conquista del Oeste
Y olvidar que Peter Pan un día perdió su sombra en tu cuarto.
Ya no sabrás llorar, cuando la sangre llegue
El día del ocaso.

Nadie te dará una pauta.
Se te amontonará la sangre y el semen en todo el cerebro,
Como cuando te masturbabas a los quince años,
Ojeando aquellas revistas de rubias teñidas con enormes tetas.
Pero no se te disparará un chorro blanco,
Sino un pensamiento macabro a bocajarro.

Todo el mundo mirará a otro lado,
Cuando caigas rendido, mortalmente herido por la vida
Y rueden tu cabeza y las botellas por el suelo del piso.
“Los amigos ya no vienen ni siquiera a visitarme”-llorarás.
Y entre mocos, lágrimas y sangre, intentarás hacerlo.

Nadie te enseñará y tú querrás saber.
A morir se aprende viviendo cada día.
Los estigmas son la muesca de una mala partida.
Un mal día. Una mala pasada. Una jugarreta del destino.
Pero el día que realmente pierdas la vida,
Ése, ese día, callarán palabras a destiempo

Y sobre todo, serás el centro de sus miradas.

lunes, 9 de agosto de 2010

COLLIGE VIRGO ROSAS

Veinte años no son eternos,
Aunque ahora te parezca todo muy lejano.
La chispa de alcohol y el brillo en los ojos,
Jugando a la gata sobre El tejado de zinc caliente
Con los pies desnudos y el escote distraído,
Mientras ellos sueñan con meterte en la cama.

¿Eres menos ingenua de lo que intentas aparentar?
Todavía la ortodoncia en los dientes
Con toque de nínfula de Nabokob crecidita.
Haces citas en francés, mientras te llenan la copa
Y ellos te vacían de tules y gasas.

Veinte años no son eternos,
Aunque ahora el mundo haya puesto
una alfombra roja a tus pies.
Te encorsetas en tu piel de mujer-pantera
Que no sabe cazar, pero puede ser cazada.
Ten cuidado y sé buena- ya te lo dijo mamá.

Eres menos ingenua de lo que intentas aparentar:
Un beso arrancado que sabe a bayeta sucia
Y el cuerpo de un desgraciado que te quiere manosear.
Eres una niña que llora sola en el patio del colegio.
No te encierres en el baño del pub a autoflagelarte y
Dale una bofetada a ese hijo de puta, pero no lo harás.

Veinte años no son eternos.
Despertarás con las tetas caídas
De indígena del National Geographic.
Con restos de maquillaje y olor a ginebra
Con la boca reseca y la lengua de cartón.
Ya lo dijo Gardel: “¡Qué veinte años no es nada!”

Collige Virgo Rosas...