miércoles, 30 de junio de 2010

NATURALEZA DE DOS CUERPOS

Hilada a tu cuerpo, tal cual, una madeja,
Mi cuerpo se funde con el tuyo en un compás de espera,
Ansioso por abanearse entre tus piernas tiernas.
Y ya no entiendo más de arena ni agujas de relojes.

Quiero ser, entonces, poro vivo y piel desnuda.
Transitar por tus destinos como ave peregrina
Que extiende sus alas para protegerte, para cohabitarte.
Desnudos en la noche, somos amantes ciegos con manos sin palabras.

Sin palabras.

Sin palabras conjugamos el verbo “amar”
Con la savia que nuestros cuerpos de frágiles árboles
Derramaremos en un volver al agua primigenia,
Mordiéndonos los labios y ofreciendo nuestras venas.

Mapa de dos cuerpos unidos sin frontera.
Transitas mis hechuras y excitas mis sentidos.
Yo, como una perra, tan sólo puedo lamerte
Porque muero de deseo y me vuelvo etérea hiedra.

Etérea hiedra de vaho de gemidos y jadeos,
De dos cuerpos sudorosos jugando en oscuridad
Hechos un solo cuerpo
Y yo,
Una niña que no deja de temblar.

lunes, 28 de junio de 2010

AGUA EN UN CESTO

Que nos hemos hecho mayores;
que el tiempo se ha desbordado
por las agujas de los relojes.

Que hace mucho que dejamos de ser
"niños perdidos" en busca de un Peter Pan
y el espejo de Alicia se ha hecho añicos.
Pobre niña-vieja enclaustrada.

Ahora somos Peter Pan.
Al fin.
Peter Pan con cuerpo de adulto,
porque no queremos dar el gran salto en "La Rayuela".

Que el tiempo se detenga,
mientras las fotos amarillean
y nos volvemos extraños en el mismo tren.
El tren que no va a ninguna estación.

Que nos hemos hecho mayores,
con el amor de niños pequeños,
que como decía mi abuelo:
"amor de niño,
es agua en un cesto".

sábado, 26 de junio de 2010

ENTRE DÚAS TERRAS

Leo a Pessoa no meu apartamento de Vilanova de Gaia. Estou cansa, esgotada, porque onte, en Porto, deixei todas as minhas forzas na Livraria Lello, tempro dos libros e igrexa das letras.
Cando puxen o meu pé no primeiro chanzo, escorregoume polo lombo unha sensación de serpe e purísimo espírito. Mais, non me quero deter nisto, porque coido que é próprio dun artigo único, coma fixo Vila-Matas.
En Portugal non me sinto estranxeira; é unha prolongación do meu fogar cara beira do río de ouro. Xa non hai alfándega quen de dividir territorios nin corazóns, porque a esencia do noso perdura en ambas terrinhas, aínda que eu sinta máis morrinha ca saudade.
A cada pegada fico vencellada ó meu lisboeta, amante e amigo, de tantos heterónimos e versos nos beizos. Vexo a súa faciana por todas partes, e seica me chega un certo cheiro a absenta. Estou tola por ver Lisboa, a súa terra, e bicar a estatua de ferro fondo do meu namorado.
As casas de Porto son unha beleza arquitectónica esnaquizada pola tristura do tempo e dos fondos públicos mal empregados. Os dous somos "seres tristes", caminhando polas calellas, bébedos de vinho e letras.
O mencer comeza cedo nesta outra banda do Minho. A claridade entra de vagar polas fiestras, coma unha fera que agarda a súa presa. Eu quedo, esperta, un anaco máis pensando na cama, mentres apalpo os lentes que, finalmente, caen o chan. Aínda resoa na minha testa:"Uns, pois, crean cousas para que os outros, trasmundádoas en significados, as tornen vidas. Narrar é crear, pois vivir é apenas ser vivido..." (F. Pessoa). Somos seres tristes, porque eu sei que el ten razón.

miércoles, 23 de junio de 2010

SOMOS DOS

“Si te quiero es porque sos,/ mi amor mi cómplice y todo/ y en la calle codo a codo/ somos mucho más que dos” (Mario Benedetti).

Somos tan sólo dos cómplices
sin más crimen que el de amarnos;
que disparan con versos de amor
y dan palizas con labios encendidos.

Somos dos antropófagos salvajes
Que no hacen más que devorarse
entre besos desnudos,
que desatan nuestros latidos.

Nuestros latidos más íntimos,
Nacidos de tu piel y de mi piel,
Como el niño salvaje que acabó
Adorando al sol.

L’Emile de Rousseau es nuestro instinto.
Pedazo de ebriedad de los sentidos
Que no entiende de códigos sociales ni
De convenciones que reprimen nuestro Amor.

Somos dos niños desnudos,
Jugando a la orilla del mar.
Por cada piedra, un beso
Y por cada cueva descubierta, una forma distinta de amar.

Amar, verbo manido, mal empleado,
Manoseado y vituperado en versos de segunda,
Amaneces renovado, como la Aurora, de rosados brazos,
Cuando él y yo te convocamos.

martes, 22 de junio de 2010

SOY TÚ (A mi padre)

A veces me meto las manos en los bolsillos
Y camino como un gran señor,
Pero me duele tanto la espalda
Que ni Atlas podría llevar semejante carga.

Busco unos zapatos que caminen por mi,
Un mapa que me indique dónde estoy
Y una dirección a la izquierda para volver a casa.

Me pesan todas las generaciones,
Las pasadas y las que están por venir
¿Qué es el honor?-me pregunta mi hija pequeña.
El honor no es un apellido,
No está en un escudo de armas oxidado,
En almas que se venden a la galería.

Hay noches que no puedo dormir.
La vida ha multiplicado por cinco
Mis preocupaciones,
Por más que he cumplido a rajatabla
Como padre, como marido, como hombre.

¿Qué se me ha devuelto de tantos desvelos?
Todos son malos pagadores, porque olvidan.
Yo, que tuve fuerza para levantarlos a todos,
Que fui el abanderado de todas las causas perdidas,
Ahora soy la causa por la que nadie quiere perder.

Y salgo de esa piel dolorida,
Después de tanto sufrir en silencio.


¿De qué nos ha servido?


Ser un gran señor
ya no es prerrogativa de nada.

jueves, 17 de junio de 2010

CUANDO ME ACARICIAS

Cuando me acaricias,
Desnuda,
Tendida en la cama
Como marioneta desmadejada,
Siento miedo de perderte.

De perder esa mano
Que hace latir mi pecho.
De perder ese cuerpo
Que duerme pegado al mío.

Y, que tal vez, desee otras camas.
Pero cuando me amas,
Te siento tan mío,
Que aún tengo más miedo de perderte,
Entre otras labios, entre otras manos.

Y me muestro en plenitud
Para llenar tus ojos de amaneceres rosados
Al igual que las flores que cubren mis pezones.
Y mi pecho sea tu pecho y nuestras bocas,
Unos labios emborrachados.

Tengo miedo de perderte,
Cuando me acaricias como a tu gata.
Yo ronroneo y me dejo hacer.
Pero en el fondo sé
Que llevas mi nombre grabado en la piel.

EL BAÑO

Me levanté temprano,
muy de mañana.
Sin comer apenas nada
Y de camisón fui

al antiguo abrevadero.
De camisón y descalza
A través de nuestro campo.
Cogí una toalla de hilo

De esas que bordaba mi abuela
Y fui empapándome el camisón
Con el agua del reguero.
Metí la cabeza en el agua

Y me inundé de cabellos negros.
Me daba un baño de pie,
Mientras mis pezones
se ponían enhiestos.

Y corría por mi piel
La dulce luz sol en gotas de espejo.
El camisón pegado,
Mi sexo fresco.

Decidí quitarme la ropa de sueño.
Viniste en silencio detrás de mí
Y antes de darme tiempo
Ya estaban tus manos
traidoras

En mis pechos.
Cayó la toalla de hilo
Al suelo, en la hierba,
Y tú te disculpaste

Con un beso.

miércoles, 16 de junio de 2010

ALCOHOL Y BABAS (a todos los que tenéis una persona enferma a vuestro cargo)

Tengo que decirte,
Aunque sé que ya nunca me escuchas,
Que, a veces, mezclo pastillas con alcohol.

Es la única manera de sobreponerme
A verte calcetar con los dedos
Y llamarme “mamá”, cuando te doy de comer.

Cuando bebo, te recuerdo, madre,
Cómo me reñías por desaliñada
Y ahora eres tú, la que casi anda desnuda.

Voy detrás de ti, con la ropa, tu bata.
Y me preguntas: “Mamá, ¿cuándo llegamos a casa?”.
Me desmorono y me meto un viaje de Rexer Flash con ginebra.

“Ya hemos llegado, mi vida”.
Lástima que no te ponga de mala hostia
Mi olor a lágrimas y alcohol.

Ahora tengo una hija mayor que yo.
Y eso que pedía a Dios
Ser madre para que tú lo vieras.

Pero tú ya sólo ves
Imágenes de plata oxidada y algodón.
Mis niños serían destrozos de tu cerebro malherido
Con quien seguir calcetando chaquetitas
Con los dedos.

lunes, 14 de junio de 2010

TU ALIMENTO

Bebes de mi pecho, haciendo piruetas en espiral.
Mi seno es un pan tierno, de miga sin corteza,
Con un leve grumo de harina que se expande en mi piel
Cuando tu boca lo empieza a ensalivar.

Aletea tu lengua, sobre mi pezón, corrosco de pan
Y comen tus ganas de piel,
Mi piel blanca, mortal y rosa, antes de desfallecer.
Bebes de mi pecho el licor infame de la más efímera
Pura Belleza.

Te alimento al compás de mis caderas,
Mientras, tímidamente, buscas la deliciosa uva
Que se esconde entre mis piernas, diminuta y húmeda,
Que espera que tu lengua sepa descifrar sus signos extraños.

Nos devoramos.
Nos devoramos sin darnos tregua.
Y yo soy pubis, labios, pezón, espalda, lengua...
Y tú.
¿Qué eres tú?
El hambre a manos llenas.

sábado, 12 de junio de 2010

LA CASACA DEL PERDEDOR

Busco la ternura de tus manos
En medio de cien mil manos cortadas.
Cortadas en la batalla que barrió
Besos y cosió bocas con hilo de bramante.

Mi cuerpo se desnuda para ti
En un baile macabro
Cubierto el campo de cadáveres y sangre,
Mientras me embarro las piernas hasta la cintura.

Busco la ternura de tus manos
Seguidora de relieves familiares y
Visto la casaca del perdedor que
Cubre la mitad de mis senos ansiosos.

¿Dónde están tus manos cálidas,
suaves y cercanas que se hacían
cuencos de leche para contenerme?

Visto la casaca del perdedor
Y cegada en la noche que aún aulla
Las estrellas me enseñan el camino a casa
Donde quizá encuentre el calor de tus manos.

He visto tus manos.
He visto tu cuerpo.
Hasta seccionada la cabeza,
Tirada en una orilla.

He besado tus manos arrancadas
Y las he paseado por mi cuerpo.
Como antaño,
Como cuando estaban llenas de vida.

Pero ahora aúllo y lloro
Cercenándome los pechos
Que ya sin ti
No son más que unos gramos de carne inane.

Los perros lamerán mis heridas.
Las ratas se comerán tus miembros asesinados.
Pero ya nunca habrá dos manos
que se hagan cuencos
para contener mi alma.

jueves, 10 de junio de 2010

ME QUEDÉ DORMIDA

Me quedé dormida entre la hojarasca.
Tú viniste a acunar tu cabeza en mi corazón escondido
Y, poco a poco, colocaste tu mano traidora en mi seno virginal.
Lentamente, sentí pajarillos deslizarse bajo la pechera de mi vestido.

Me quedé dormida entre la hojarasca.
No viniste a despertarme, porque te daba frío.
Querías verme dormir, con mi pecho en tu mano.
Desabrochaste sin permiso la blusa de luz cegadora.

Y te emborrachó mi rosa de mañana
entre tanta piel blanca.
Acercaste tu boca para besar mi pezón rosado,
Creada de un material robado a los mismísimos dioses.

Me quedé dormida entre la hojarasca
Y te encontré como un niño llorando sobre mi vestido.
Un pecho al descubierto, en el otro, tu cabeza.
Llorabas al ver la hermosura de tu niña medio desnuda
Y el pecado de hacerme, sin querer, despertar a la Vida.

miércoles, 9 de junio de 2010

ME HACES ESTREMECER

Cuando las olas de mi espalda sueñan con mares furtivos
Y tú recorres con tu lengua mi columna hecha de carne, hueso y sal,
Un palpitar en mi vientre me invita a olvidarme de mí
Para sentirme enteramente tuya envuelta en un viento brutal que arrastra mi pelo.

Entonces, me haces estremecer.

Con una caricia que es aleteo de tu alma voladora
Rompes mis presillas mentales hechas de cristal de moralina.
Y me tocas, con mano diestra y sabia, el hueco más profundo de mi yo más desnudo,
Que atraviesa mi falda, dulces besos de enaguas, encima de la máquina de coser.

Entonces, me haces temblar.

Cuando acaricias mi pecho, amante amantísimo, por encima de mi ropa
Y, poco a poco, vas despertando mis pezones ansiosos de su sueño.
Me besas en los labios salados de mar, mientras vas descubriendo mis senos florecientes
Y siento la saliva de manantial de tu boca que no los deja de saborear.

Entonces, me haces estremecer.

Cuando mi cabello se vuelve salvaje entre tus dedos;
Cuando mis uñas arañan con placer sostenido tu espalda;
Cuando mis manos buscan tus formas familiares;
Cuando tu lengua se postra en espiral en lo bajo de mi pubis,

Entonces, me haces estremecer.

martes, 8 de junio de 2010

RECIÉN LEVANTADA

Aún no ha amanecido en mi mente.
Huelo a cama deshecha y a café.
Pero pienso en ti y, de pronto, amanezco
Con una bata fina que transparenta mis pezones.

El primer sorbo de café sabe a beso.
A ese beso pequeño que me das en la frente por las mañanas,
Mientras cuelas tus manos en el escote de mi bata,
Acariciando dulcemente mis pechos.

Entonces, dejo caer la bata y desayunamos
Labio, nalga, torso, pierna, mejilla y espalda.
Nunca es demasiado temprano para hacer el amor;
Al contrario, mis sentidos se despiertan de excitación.

Caemos rendidos en la cama, aún cuando
Tienes ganas de saborear mis pechos
Y acariciar con saliva mis muslos y
Vuelves a ponerte sobre mí, amazona castigada.

LA CHICA DE "EL LORO AZUL"

Es "Casablanca" en mi calendario de Fotogramas. Ilsa y Rick brindan con champán. Un penique por tus pensamientos. Ahora ya no soy más que la chica de "El Loro Azul". Te pondré un martini y hablaremos de los viejos tiempos. Ya ha acabado la guerra. Mis tristes gafas de colegiala y mi inocencia se perdieron la noche de los cristales rotos. Mi madre siempre dijo que acabaría como una cualquiera y aquí me tienes, bebiendo sola y con los labios mal pintados. Sólo me queda una maleta vacía, una pastilla de jabón y un montón de deudas. Atrás quedó la gran promesa del canto, la muchacha de brillante expediente y dorados cabellos. Dejé los recuerdos ahogados en una copa de whisky y me jugué a las dados la conciencia una noche que vinieron los alemanes a robarnos el confort de las sábanas blancas. ¿Tú qué has hecho durante todos estos años? Dijeron que habías muerto. Yo no lo creí. Sabía que un tipo listo como tú sabría salir de cualquier aprieto. Yo, poca cosa. Beber con los clientes y escribirte cartas a una dirección que siempre me las devolvía. La guerra hizo estragos entre los muchachos. Muchos murieron o quedaron mutilados. La sangre tiñó nuestras ventanas con cruces negras sobre las que picaban las palomas. Aún quedan restos de metralla en la pared y más de un alma con un balazo. Seguí contando las horas en el reloj que me dejaste antes de partir quién sabe adónde. Te recuerdo de pie junto a la barra. Ellos soñaban con un visado para Lisboa y tú con volarte la tapa de los sesos.
Los callejones se llenaron de maleantes. La gente sólo quería apostar y era capaz de vender hasta a su madre por un billete que diera el pistoletazo de salida. Pronto llegaron los soldados y más que un club, esto parecía su cuartel general. Me obligaron a acostarme con un oficial de mal aliento y zapatos brillantes. Me sequé las lágrimas con las cachas de mi revólver antes de desaparecer y apretar el
gatillo. Me perdí varios meses en los fumaderos de opio. Luego empecé a cantar en "El Loro Azul". Al principio, no bebía, pero con el tiempo y las noches sin dormir, empecé a tomar tequila contra el insomnio, aunque siempre amanecía en una nueva cama. Me harté de escupir sobre mi foto de niña. Sobre los amaneceres de café y galletas. Sobre “Romanza sin Palabras”. Sobre mis manos tocando en el viejo Gaveau. Ahora ya me ves; apenas canto, salvo cuando me emborracho. Pero siempre tengo tiempo para una copa más, porque soy la Chica de "El Loro Azul". Nadie sabe mi nombre, pero todo el mundo me conoce. Es lo bueno que tiene ser siempre una extranjera. Todo el mundo está de paso en Casablanca. Si quieres un visado, sé con quien hablar. Si quieres un poco de lo otro, también. Es mejor que pases tu tiempo en Blue Parrot. Cualquier chica con ganas de salir del país, te sacará a bailar y os divertiréis juntos. Haz el favor, cariño, no me preguntes nada. Dijimos "Sin preguntas", ¿recuerdas? Yo soy la chica de El loro Azul...

lunes, 7 de junio de 2010

TU FORMA DE MIRARME

Tus ojos, cuando me acuesto a tu lado
Son un dulce cubrirse de las arenas calientes
De ésta, tu playa desnuda, que esconde sus misterios
Para que no me dejes de observar como un cazador a su presa.

Ésa es tu forma de mirarme.

Tus ojos, cuando me desvisto
Llenan de abundancia mis pechos latientes
Que se empeñan en ser acariciados
En una cita a la que los dos siempre llegamos ya tarde.

Ésa es tu forma de mirarme.

Mi espalda en arco; tus piernas, un ancla varada.
Y aún miras más de reojo mi cuerpo en un alambre de niebla.
Mis pechos dormidos, se escabullen entre tus manos
De niño pequeño que no quiere dejar de jugar.

Y todavía me sigues con tus ojos,
y tu forma de mirarme.

Tu lengua se desliza muy suavemente entre mis ingles,
Que sudan jugo de hembra salvaje que desea
Besos húmedos en la boca y caricias prohibitivas,
Para que una lluvia de saliva caiga a raudales
Sobre dos cuerpos que están a las puertas de la muerte.

Y tu mirada sigue aún ahí.

Tu mirada y tus ojos benditos, lascivos, dulces, salvajes, tiernos,
Bárbaros, mágicos, dolientes, excitados, tristes...
Hechos para ver piel,
llenan de una luz menuda y divina los huecos de nuestros pechos,
donde se acurrucan unos templados corazones que tiritan.

Me pones en pie,
Me miras frente a frente, (sé que me examinas).
Me besas los labios con pureza infantil
Y en un jadeo
Se te escapa
un inconsciente “Te quiero”.

sábado, 5 de junio de 2010

QUIERO HACER EL AMOR CONTIGO

Quiero hacer el amor contigo esta noche.
Esta noche que me siento hembra fértil
Y que mis sentidos despiden aromas de un sexo
Perfumado por flores y frutos salvajes.

El deseo destila su licor en mi boca
Y hace que mis senos nazcan como
Se abren las flores en primavera
Con un beso en los labios húmedo y caliente.

Quiero hacer el amor contigo esta noche.
Me siento febril, al temblar de deseo
Y busco tus manos sabias que saben leer
El lenguaje que excita mis pechos.

El deseo destila su licor en mi boca
Y cae a raudales hasta llegar al hueco floreciente
De mi yo más íntimo, donde la humedad
Es el único lenguaje que entienden las lenguas.

Quiero hacer el amor contigo esta noche.
Que mis pezones sean racimos de uvas
Que vas comiendo y lamiendo una a una
Hasta que mis pechos queden como piedras.

El deseo destila su licor en mi boca
Y me impele a ir hacia ti, haciendo añico la ropa
para mostrarte mi desnudez más pura
Y que me tomes entre tus brazos infinitos.

Quiero hacer el amor contigo esta noche.
Que me ensalives mis tiernos pezones sonrosados,
Que acaricies mi sexo fresco y aromático,
Que beses mis axilas suaves de madrugada.

El deseo destila su licor en mi boca.
Necesito sentirte excitado en mi piel,
Notarte contra mi pubis, pradera blanca
Y escucharte al oído tus gemidos, tus jadeos...

Quiero hacer el amor contigo esta noche.
Que no quede ni un poro de mí por explorar.

Te espero acariciándome el nombre del pecado
Y ronroneando con mis pechos desnudos danzando

LA DESILUSIÓN METAFÍSICA (E. DORCESCU)

El tema (más precisamente – el arqui-tema) de la poesía (y, tambien, de la prosa) de Lucía Fraga Rodríguez es la negación. La negación no como concepto, por supuesto, sino como actitud existencial, como programa estetica y como estilo. Por lo tanto, este tema no es un estado de ánimo, sino una energía.
El campo (la sustancia) sobre el cual actúa esta energía, esta fuerza, es el ser (el ser humano), su situación ontologica, en general, mas, sobre todo, su situación en la contemporaneidad. El ser se muestra un no-ser (“Yo caía en un vacío constante que me dejaba prácticamente inconsciente. Mi figura, el tallo de una flor a punto de romperse. Mi ser un no-ser en expansión... “ ) y, en consecuencia, su vida ya no es un sueño (Calderón), sino una pesadilla. Y su leguaje – un delirio, Cuadros tenebrosos, el cultivo doloroso y vano del cuerpo (“Yo, ser humano sin alma. Todo carne y frialdad”), el dominio del vacío, del disgusto (“Mi cuerpo es un trapo sucio”), de la desesperación. Un mundo en donde ya uno no puede más vivir. Porque la gracia divina ha sido retraída (“como si nunca se pudiese borrar de nuestra frente el Pecado Original”), el Centro ha sido perdido, se ha instalado el caos y el hombre yerra, sin dirección y sin esperanza:
La guerra empezó con mi corazón arrancado
que alguien lanzó contra un cristal.
Yo recogí mi esponja de latidos,
aún caliente,
y me arrodillé para teñir de sangre
Las ventanas y las puertas.
Los niños sin cabeza todavía lloraban
al ver a sus madres muertas
con los ojos vacíos y los pechos cortados.
Sus aullidos descabezados pedían madre y leche,
pero sus bocas eran zanjas de alambre y muerte.
La calle era un campo de floreciente mantillo rojo,
donde los pequeños jugaban a cambiar de alma.
Entre latido y latido,
mi esponja crecía y se llenaba de leche
como una ubre de perra para amamantar a sus cachorros.
Fui dando un beso lácteo a cada boca desconsolada,
manchándome las piernas de sangre corrompida,
mientras mi corazón pesaba y bombeaba lentamente.
Madre de los muertos soy,
¿cuántos pecados cometió mi alma
sin yo saberlo?
(La madre de los muertos)

Pero todo este contenido, toda esta desilusión metafísica y toda la estructura del discurso son bien y friamente controlados por la razón, conforme a la “ars poetica” moderna.
La prosa parece un meta-texto, un género de comentario implícito, que descodifica, discursivamente, con una brutalidad léxica programada, deseada, el significado profundo de la poesía.


Eugen DORCESCU
Timişoara, 5 iunie 2010

A TÚA TRISTURA

“É unha mágoa que alguén da miña idade
Aínda teña que chorar”-dixeches.

“Chorar é natural”- tan simple, tan sinxelo.

Chórase ó nacer, e te choran
Cando morres.

Sentín esa mágoa túa metida no meu peito,
Coma se unha pedra me amolara na gorxa,
Coma se a túa tristura tivese forma humana
E eu estivera xunguida ó seu corpo lene e doente.

A túa tristura ten ollos de muller esgotada
Polos vellos tictacs dos reloxos de agullas vingadoras.
Muller desfeita, feita alma,
Muller sen carne, enchida de brétema.

A túa tristura ten ollos de muller morta,
Esmagada polos vellos automóviles de luces amarelas,
Cega pola distancia asoballante
dunha data a que lle puxeron un DEP.

A túa tristura é un corpo de muller fóra dela,
Acadando cristais sanguentos dos cereixos.
Da neve, o bico sen sede dun amante toco
Que agarima as súas pernas de femia salvaxe e espida.

A túa tristura son os seos feitiños dunha muller nova,
Peitos que se abren cedo para ti como rosas da mañán.
Perfectas ondas nas que mergullarse nun mar de saíva.
Lembranzas que fan tremer o corpo de desexo.

A túa tristura é unha tolemia.
Tolo, tolo.
Tolo pola delicada beleza esnaquizada.

martes, 1 de junio de 2010

"LA PARADA DE LOS MONSTRUOS"

Recuerdo mi llegada como
un primer día de colegio macabro.
Me metieron en una habitación vigilada,
Pero antes,
Me desnudaron y palparon mis heridas
Delante de un guardia de seguridad
Que daba la espalda.

Me dejaron sola
Y yo me senté en el suelo en posición fetal.
Me lo prohibieron.
Pero yo me acunaba en la cama
Con las sábanas del sergas
Y volvía al útero de mi madre.

Por la mañana,
Un desfile de mujeres desnudas
En las duchas sucias y llenas de esponjas enjabonadas,
Me recordaban a las vacas en el matadero.

“Yo soy Dios y Lucifer”.
“Yo me follé a mi madre”.
“A mí me llaman para que salga por la ventana”
“¿Crees que soy atractiva?” –y apareció desnuda en mi habitación
cubierta de pelos en las piernas e ingles
y un vientre de matrona romana con el pecho caído.

Las enfermeras, ineficaces papagayos inquisitivos:
“Que corra el aire, Señores”.
Esquizofrénico recuperado, yo, su musa de la fotografía.
Partidas de ajedrez que eran nuestra forma de hacer el amor.
Sólo en la sala de fumadores, nos cogíamos la mano.
Pero se marchó,
Como se marcha el verano hecho un niño salvaje.
Apenas nos pudimos despedir.
Pero dejó una rosa en un vaso de agua en mi habitación
Y yo sentí cómo latía el corte de mi cuello,
Porque, aunque nos lo juramos,
No nos veríamos nunca más.
Yo, su musa de la fotografía.