martes, 8 de junio de 2010

RECIÉN LEVANTADA

Aún no ha amanecido en mi mente.
Huelo a cama deshecha y a café.
Pero pienso en ti y, de pronto, amanezco
Con una bata fina que transparenta mis pezones.

El primer sorbo de café sabe a beso.
A ese beso pequeño que me das en la frente por las mañanas,
Mientras cuelas tus manos en el escote de mi bata,
Acariciando dulcemente mis pechos.

Entonces, dejo caer la bata y desayunamos
Labio, nalga, torso, pierna, mejilla y espalda.
Nunca es demasiado temprano para hacer el amor;
Al contrario, mis sentidos se despiertan de excitación.

Caemos rendidos en la cama, aún cuando
Tienes ganas de saborear mis pechos
Y acariciar con saliva mis muslos y
Vuelves a ponerte sobre mí, amazona castigada.

2 comentarios:

  1. mmmmm si aun recuerdo claramente que maravillosas eran esas mañanas de convivencia y de revelion bajo las sabanas, besandonos como locos y despertando con tanta dulzura.
    Que bello tu escrito, que maravillosa realidad si la estas viviendo.
    un beso muy grande de buenos dias reina

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  2. Vuelvo aquí, por segunda vez (si no recuerdo mal). Tuve una temporada algo alejado de blogs y ha sido un placer reencontrarte a través del blog de Paz.

    Maravilloso el poema…como maravilloso debió ser ese despertar en el que, el café, no fue lo único caliente ;P

    Un abrazo.

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