jueves, 30 de septiembre de 2010

DIOS SE CORTARÁ LAS VENAS


Dios ha cogido unas cuchillas de afeitar,
Porque está harto de todo
Y el Omnipotente no puede más.
Si Dios tiñe de sangre la tierra,
Con sus venas abiertas al día,
Un mundo sacrílego ha de renacer.

Sobre una madre muerta, llora un niño.
Rezuma el olor de podredumbre de los cuerpos
Que se hallan tirados por los campos de amapolas.
Alguien le ha cortado el cuello al cisne
Y ha estrangulado al ruiseñor.
Los pájaros ya no cantan,
Son asesinos de vidas en suspensión.

Dios se cortará las venas,
-la anciana divinidad está cansada-,
y un frío devastador se colará por las almenas de los cielos
sin dejar más rastro que un fuerte olor a muerte.
Las calles quedarán adornadas de cadáveres y metralla
Con niños sonámbulos jugando a “polis y cacos”.

Sobre una madre muerta, grita un niño.
“El cuello que se descuella”,
con la criatura entre los brazos,
no deja de aullar como una perra,
porque ya se llevan a enterrar en una cajita blanca
a la niña que traspasó el umbral de la alambrada.

La sangre de Dios moja la tierra
Y todo se vuelve putrefacta descomposición de ayes y asfalto.
El niño desnudo que venía para celebrar el año nuevo
Ha sido ejecutado “a las cinco de la tarde”.
La hora machadiana de la melancolía es una paloma negra
A punto de dispararse contra el corazón de la tierra.

Ahora que “Dios ha muerto”,
Apuremos nuestros vasos antes de que suene la sirena.
Instalémonos en nuestras cloacas como ratas,
Mientras, poco a poco,
Vamos perdiendo los ojos que ya no aparecerán
En los refugios sin Dios.

DIOS SE EQUIVOCÓ


Dios se equivocó al crearme
Lejos de mi ciudad de cristal.
Me formó con astillas y recortes de prensa.
Y dio lugar a la no-mujer.
La descreída.
La perversa.
La asesina de los pájaros.
Yo di muerte al ruiseñor,
Mientras Mister Finch daba cuerda a su reloj.
Me alimenté con las entrañas de los gatos muertos del puerto,
Mientras Jesús era un pescador de hombres.
Di mi alma al diablo por cuatro coronas:
Una de flores, una de espinas, una de laurel y otra de alquitrán.
Paseé descalza la Noche de los Cristales Rotos
Y mi cuerpo fue pasto de ametralladoras.
Con mi cadáver demoníaco vi caer los muros de la guerra,
Pero también vio el horror de los miembros mutilados.
Artistas tuertos, malabaristas sin brazos, bailarinas sin piernas.
Vi correr a los niños campo a través
Guillotinando las margaritas y sus vidas.
Dios se equivocó al crearme.
No sabía quién era todavía Lucifer.

miércoles, 29 de septiembre de 2010

CUANDO DIOS TIEMBLA


Dios tiembla
Alguna que otra noche
Que las cuchillas acarician mis venas.

Yo tengo un mapa de carreteras azules en el pecho
Por donde circulan los camiones que llevan
Los cuerpos a los hornos de cremación.

Dios tiembla
Cuando bebo la leche negra
De la ubre de la vaca muerta.

Se ha agotado el alimento de todos los pechos
Y sólo tenemos sangre en los labios
Y leche negra en los senos.

Dios tiembla
Al sentir mi sudor contra su pecho
Las noches que hace frío.

Desnuda deambulo por el campo
Buscando la tumba de mi Padre.
Dos palos y cuatro piedras.

Dios tiembla
Cuando paseo por un alambre
Que es mi vida en un paso mortal.

Me afilo las venas con peines de piedra
Y tenso el arco de las despedidas
Por cada noche en el calvario.

Cuando Dio tiembla,
Salto las lápidas de dos en dos
En este campo de exterminio,
de Horowitz a Frank,
pasando por los Celan.

Aún quedan niños en los barracones.
Niños que huelen a menstruación y a orina.
Niños que tienen la mirada de viejo.

Cuando Dios tiembla,
Un tiro en la nuca mata a un pájaro.
Y cae un hombre ensangrentado en la nieve.

Aún quedan pájaros en mi celda.
Pájaros negros con dientes blancos
Que no aprendieron a volar.

Cuando Dios tiembla,
Una niña muere en alguna parte
Víctima de un pez volador.

Apenas quedan niñas en el mundo.
Sólo las que tú recortaste de los visillos
Y colgaste con alfires.

Dios tiembla
Porque no sabe qué hacer con su criatura.

Si los dioses supiesen que el gran Dios
Creó a una suicida de tijeras y agujas,
El cielo ardería y
las almas tendrían que volver a sus tumbas,
mientras se escuchan risas en el Olimpo.

martes, 28 de septiembre de 2010

"PLAY A NEW GAME"


Estoy jodida como siempre, porque
No encuentro mi nombre in the Irish Poetry Review.
Pero vamos a inventar un nuevo juego,
Donde yo soy la chica de ojos marrón.
Van Morrison toca la guitarra, mientras yo me columpio
Como una aterrada Julia Roberts “Durmiendo con su enemigo”,
Pero tengo las piernas tan largas que puedo dar zancadas
Que me trasladan a Nunca Jamás y perder hasta mi sombra y
Cambiar un beso por un dedal.

Estoy jodida como siempre, pero ¡vamos, chico!,
Hay que disfrutar.
En este nuevo juego las lágrimas son aceite que sirven
Para encender las lámparas de los corredores
De la oscura casa de Vincent Price.
En el museo de cera no nos reconocerán,
Ni vendrá el viejo Edwards a enseñarnos El origen del mundo,
Ni a hablarnos de nuevos tiempos para el amor,
Cuando Gabo y el Cólera empezaron a flotar.

Estoy jodida como siempre, pero vamos a jugar.
Enciende la radio que la carretera es nuestra
Y no importa si nos matamos contra un muro de nostalgia.
Somos mucho más que “Dos en la carretera”,
Porque no tenemos código de honor.
Nuestras normas las dictó en la selva un mono loco
Que cantó una canción junto a un niño desnudo
Que creían que era Dios.
Y Dios vino de las basuras para decirme:
“!Ey, nena, estás jodida, pero hay que disfrutar!”.

domingo, 26 de septiembre de 2010

SANGRE DE LAGARTO (A Luz Lago)



Yo fui una niña con sangre de lagarto
Y maneras de adulto snob.
Una pequeña Oscar Wilde que amaba
El arte de no hacer nada,
Como le corresponde a la aristocracia.

Señora de mi fortaleza y verdugo de mi inocencia,
Pin y Pon jugaban a suicidarse en la casa-maletín,
Mientras los niños ahorcados pendían de su horca.
Y el amor era “un pájaro rebelde” y la ternura
Limoncitos de caramelo y palizas con las piernas meadas.

Crecí lejos de Dios, en el limbo que han sacrificado,
Más cerca del infierno que de la tierra,
Perdida en una estación de trenes que no llevaban a ninguna parte.
Sólo creía en el Gran Dios de la Catedral,
Con un alma extremadamente pecadora a los cinco años.

El pecado me persiguió durante años
Y yo le hice un hueco en el corazón
Adonde iban a parar todas mis merias.
Yo fui una niña con sangre de lagarto
Y ahora soy una lagarta con sangre de lobo.

sábado, 25 de septiembre de 2010

CARTA SIN REMITE


He dejado una carta sin remite
a tu nombre
Encima de la mesa.
De sobra, conoces mi letra
Y a ninguno se le ocurriría escribir.

Te digo
Lo que tantas veces,
Siendo aún muy pequeña,
Te contaba con los ojos.

Dirás
Que hace falta
Que me pasen unos años por encima.
Pero a los cuarenta
Las venganzas saben a destiempo
Y a mí
Me quedan muchas caras que romper
Por los dos.

Se acabaron las tragedias,
Aunque la nostalgia
Sea el único pasatiempo.

Al fin puedes estar tranquilo:
Soy una señorita, lo has logrado.

Pero eso sí,
De la casta Borgia
Para tus enemigos.

jueves, 23 de septiembre de 2010

SÓLO DE CARNE Y HUESO (A Luis Vecino)


Mantenemos nuestras facultades mentales,
Pero, apenas, ya somos seres humanos.
Nos queda la carne y el hueso,
Cáscara primera,
De la que nos desharemos llegado el día.

Tengo sensaciones, no sentimientos.
He perdido mi capacidad para amar y desamar.
Mi cuerpo es una Tábula Rasa
Y entre las piernas tengo el sexo de los ángeles.

Ya no somos, apenas, seres humanos
Invadidos por el arte de la belleza y el horror.
Extraña conjunción que Rilke concibió
Para los artistas, hermosos y fracasados.

No entiendo más significado que el de la Sublimación,
El arte por el arte,
La muerte que vendrá para finalizar esta obra incompleta
Que soy yo a punto de caer rendida al suelo.

¿Qué nos queda de la Vida?
Un pedazo de carne y obras por hacer.
El éxito no existe, es sólo una falacia
Para quienes se creen algo y llevan
Un cuerpo a su cargo.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

NOCH EINMAL


Me vuelvo a asomar por la ventana
con un pitillo en la mano,
rompiendo la promesa
que la cianosis y los pulmones abotargados
me habían hecho jurar
una mala noche de germanías.
El brazo moribundo y tatuado
por un mapa de cortes rituales
era la señal para que Herr Arzt
encontrara a la extrajera semimuerta,
diluida ya en un sueño Camino de Santa Fe.

Pero ahora, al otro lado de la casa,
no encuentro ni siquiera el rostro
de una madre llorosa,
sino la neurótica búsqueda
de una salvación que nunca llega.
La lluvia me rebautiza para devolverme
mi maldita identidad cristiana
que no borrará de la frente
la marca a fuego del árbol delos cainitas.

Nadie puede dar la absolución
a los suicidas ni a los muertos
que estamos fuera del Campo Santo
y hacemos bonitos juguetes
con cuchillas, cuerdas, trozos robados
de tela putrefacta y encaje o fino raso, terciopelo y
brillantes remaches de madera podrida
para los niños durmientes de las cajitas blancas.
Aún les queda tiempo para jugar,
mucho tiempo.
El que no tuvieron: Toda la eternidad.

Las hélices de los aviones.
El viento que hace cantar al coro trágico;
de árboles, postes eléctricos,
carteles que se golpean contra
las vallas publicitarias
sólo tienen un anuncio para las hijas de Caín:

“No encontrarás tu cara, más que en las marcas del agua y nunca te reconocerás”

Y habló Yahvé desde el Seol, sentado en el escaño
de los días venideros a la desmemoriada:
“Dies Irrae, Dies illa: Quantus tremur est futurus

No se puede desafiar a Dios, ni tratar de atravesar tantos ríos:
Ahora, sin saberlo, has iniciado tu tránsito por el Leteo” Amén.

martes, 21 de septiembre de 2010

TU ALIMENTO


Bebes de mi pecho, haciendo piruetas en espiral.
Mi seno es un pan tierno, de miga sin corteza,
Con un leve grumo de harina que se expande en mi piel
Cuando tu boca lo empieza a ensalivar.

Aletea tu lengua, sobre mi pezón, corrosco de pan
Y comen tus ganas de piel,
Mi piel blanca, mortal y rosa, antes de desfallecer.
Bebes de mi pecho el licor infame de la más efímera
Pura Belleza.

Te alimento al compás de mis caderas,
Mientras, tímidamente, buscas la deliciosa uva
Que se esconde entre mis piernas, diminuta y húmeda,
Que espera que tu lengua sepa descifrar sus signos extraños.

Nos devoramos.
Nos devoramos sin darnos tregua.
Y yo soy pubis, labios, pezón, espalda, lengua...
Y tú.
¿Qué eres tú?
El hambre a manos llenas.

lunes, 20 de septiembre de 2010

AGUARRÁS EN LOS OJOS



Ahora que me has dejado desnuda
Delante del espejo
Y te has marchado para no volver,
Me derrumbo como una mujer de barro
a medio hacer.

Mitad hembra, mitad tierra
Me modelo a mí misma
Y hundo las manos en la carne
Que una vez fue una contigo
Y ahora sólo es vacío, arcilla y agua.

Desnuda delante del espejo
Te recuerdo con los ojos de anteayer
Con ojos incendiados de olor a aguarrás
Que no pueden dejar de lagrimear
Frente al olor intenso de los recuerdos.

Esa mujer modelada que se ha hecho a sí misma
Soy yo.
La misma que te abrió la puerta
Que cerraste de un golpe,
Desnudándome de todos mis deseos.

Mas mis pies son como el plomo, no de barro,
Ilusiones de piel del primer hombre del paraíso.
Yo he renacido de los barros primigenios
Tu desprecio es mi alimento
Y sobre tu marcha yo prendo un regenerador fuego.

sábado, 18 de septiembre de 2010

AMOR DESTRAGADO


Te has ido, dando un portazo.
Ya puede la muerte llevarme.

¿Qué puedo hacer con tanto amor destragado?

Ya no me quedan lágrimas, ni ganas de llorar,
Tan sólo un hueco en el pecho como si un pájaro
me hubiera devorado el corazón a picotazos
y ni de mi alma ni de ese hueco deja de manar sangre.

Ya puede la muerte llevarme.

Apenas queda ya nada de mí.
Todo te lo llevaste en tu maleta:
Cuerpo, alma, sentimientos y sentidos,
Excepto, este dolor agudo como una navaja afilada.

Ya puede la muerte llevarme.

¿Qué puedo hacer con tanto amor destragado?

Abriré con esa navaja mis venas al sol
Y escribiré tu nombre con sangre por las paredes,
Haré cruces de amor para invocarte,
Antes de que el sueño eterno me borre para siempre.

Ahora sí.
Ahora sí, ya puede la muerte llevarme.

ENTRE TU MIRADA Y MI MIRADA


Entre tu mirada y mi mirada, hay un vacío abisal.
Donde antes hubo ojos repletos de flores y frutos,
Hoy tan sólo quedan las cuencas vacías
De un cráneo desdentado.

Estamos tan lejos, que ni el puente más pequeño
Nos puede acercar.
La distancia se ha instalado entre dos cuerpos
Que ya no saben conjugar el verbo “amar”.

Entre tu mirada y mi mirada, hay una ausencia total.
Nuestros ojos se han vuelto ciegos y ya, apenas,
Nos vemos las caras que se han vuelto extrañas
En este proceso de dejadez brutal.

Mis ganas por el suelo, tu mente “sabe Dios”;
Somos dos desconocidos que sólo comparten el mismo pan.
Ya no tengo ganas de escuchar las palabras gastadas
Que intentan retenerme un poco más.

Solamente te digo que
Entre tu mirada y mi mirada,
Ya nada queda,
Aunque te empeñes en atarme con tus pupilas,
esas malas dueñas.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

SUEÑOS DE CLOACA


Todo lo que me contaron de niña
No fue más que una sarta de mentiras.
El amor es una quimera,
Un vulgar toma y daca,
Que me envolvieron en celofán amarillo,
Como un regalo envenenado.

Los aviones se pueden caer
Y la gente muere a millones cada día.
Incluso pueden señalarte a ti las parcas
Y cortar los hilos de tu vida.
Hay sonrisas que esconden malas intenciones
Y sorpresas entre las piernas.

Todo es verdad y sueño en la infancia,
Pero cuando creces no puedes parar de vomitar.
Aunque los Reyes sean los padres,
Aunque los cuentos sean ficción,
Aunque creas que mamá lo arregla todo,
El amor es la mayor mentira.

Hay hombres que te siguen por las noches.
Hay niños que mueren al nacer.
Hay viejas con barba y mal aliento.
Hay noches que las deudas no te dejan dormir.
Hay pastillas para todo lo que puedas escoger,
Pero al príncipe azul lo mató la varicela.

Ninguna princesa tuvo nunca su futura corona de reina,
Porque éramos todas bobas niñas de papá.
Beatas y piadosas, soñando con un cielo adonde iban “los demás”,
Porque tienes seguro a todo riesgo con papá y mamá.
Se inventan tales historias, que por un segundo,
Todavía dudas si Dios era de verdad.

martes, 14 de septiembre de 2010

LA CABEZA ENTRE LAS MANOS (A Jon Jonenjur)


Tengo sueño, pero no me apetece acostarme.
Tan sólo tirar esta copa al suelo para ver
Cómo cae el Oporto entre cristales ambarinos.
Estoy cansada de rezar, de pedir a gritos un poco de paz.
Y de ese dios onanista, que no deja de mirar a las chicas
Desnudas de los vestuarios del barrio del Mar.

Ya no me preocupa saber si he sido valiente.
Ahora tan sólo miro al gato que se acerca por mi ventana
Con la boca llena de sangre y los ojos febriles de odio.
Dejé de ser ratón hace mucho tiempo, para convertirme en
Rata de cloaca siempre detrás de la mierda.
Jon tenía razón: construí una piara con mis versos.

Yo, con la cabeza entre las manos y
Dios jugando con su sexo blando y flácido.
¿Quién de los dos ha sido más torpe?
Quizás él, haciendo solitarios, mientras yo
Me colgaba con la cuerda con la que jugaba.
El caso es que ya nada me importa.

Escribir lo puede hacer cualquiera.
Dirigir el universo ya lo hacen cuatro patanes.
¿Qué quieres que te cuente?
¿Que por las noches caen bombas en mi cama,
La que está vacía y sola?
No, mejor me dejo de cagadas.

lunes, 13 de septiembre de 2010

LA VIUDA


La vida no me ha tratado bien, Señor,
Aunque procuro no quejarme y
Llevarlo con resignación.
¿Ve, Señor? Esta cicatriz me la hice
cuando traté de cortarme el cuello,
porque una noche delante de mi casa
un hombre de blanco intentó violarme.
Mi marido se murió dejándome en la calle,
Con tres hijos y un piso de alquiler.
Le digo que la vida no me ha tratado bien.
Si yo le contara lo que he tenido qué hacer
Para sacar a mi familia adelante...
He hecho de casi todo
Lo que una moral decente permite.
He planchado hasta no tenerme de pie.
He servido copas sin dejarme tocar un pelo.
He cosido hasta que me sangraran los dedos.
Y tantas, tantas cosas...
Siempre decentes, Señor.
Porque yo soy mujer de un solo hombre y
Aún no he olvidado a mi marido.
¡Mire mis rodillas cómo están de fregar!
¡Toque mi espalda partida de barrer!
Yo creo que lo nuestro bien se puede arreglar, Señor.
Entre un hombre y una mujer,
Siempre de manera muy decente...

domingo, 12 de septiembre de 2010

SI SIENTO


Si siento tus labios acompañando a los míos
En sabroso beso,
Acompasado tu cuerpo y el mío,
Noto cómo una suave y deliciosa humedad
Va haciendo flotar mis frutos sagrados.

Mi corazón se acelera
Y un latido impertinente en mi pubis
Transmuta las palpitaciones de mi entraña,
Entre sístole y diástole,
En múltiples golpes contra el yunque
en el que golpea con fuerza
el martillo del deseo
la diminuta pepita de oro.

Y es que mi clítoris quiere salir
Para perderse entre tus dedos y
Si siento que mi flujo lames
entre mis piernas
Nada me consuela.

Te muestro orgullosa mis pechos,
-Regalo que tengo escondido- y
si siento florecer mis pezones en tu boca,
ya no quiero otra lengua que los lama,
aunque, caprichosos,
huyan de tus labios.

Me gusta cabalgarte
con la armadura puesta
-de algodón o de lycra-
y si siento que creces en ti
mi sexo se vuelve
cúpula sagrada.

Si siento que me sientes.
Si acaso, nos sentimos.
Mi yo es un orgasmo en seco,
Quieto y silencioso,
Que va reproduciéndose
Hasta inundarlo todo.

EL ASESINATO


Yo aprendí a hablar con una piedra en la boca,
cuando el mundo era un eterno desfile por brazos desconocidos
y las almas se deshacían dentro de puños violentos.
Me acostumbré al silencio y a la hipnosis de los relojes.
A la caricia del verdugo antes de dormir.

Del hacha comprendí
que las heridas más dolorosas no se abren en la carne.
Y aunque mi grito se fue haciendo anónimo,
cuanto más crecía,
más eran las manos que cercaban mi cuello.

Comencé a caminar de noche,
convencida de que la sombra era un escondite para ciegos.
Di mis primeros pasos a oscuras
y mis primeras palabras fueron para el reflejo de una ventana.
Pero un día me escapé y corrí hacia el sol.

Dicen que hay niños que traen un pan debajo del brazo.

A mi me robaron el pan:
yen su lugar
puse un cuchillo.

sábado, 11 de septiembre de 2010

BODAS DE ORO EN RICK'S


Y ahora me encuentro aquí,
con los restos de sangre en las piernas
con la jodida noticia de que has vuelto.

¿Qué te trae de muerto
lo que no te trajo de vivo?
Yo sigo aquí,
con la misma gabardina.
Soy la chica de “El loro Azul”,
pero no me preguntes por nadie, ¿vale, muchacho?
Dijimos sin preguntas,
como le habrías dicho
a tantas “nenas impresionables”
necesitadas de un héroe.
A las que seducías con tu cara larga
y tu aspecto de tipo misterioso.

Yo he sobrevivido sin tí,
sin un visado para Lisboa,
sin viajar al país de Los Inoportunos.

Borracha, jugadora, contrabandista...
Nada que no hicieras tú en tu café americain
Te vendiste al paseo de las estrellas
y preferiste una vida “tranquila”,
con una chica mona
que no les escupía a los tahúres. (Una Guerra hace daño, mein lieber)
Claudicaste, perdedor.

Renau murió en extrañas condiciones...
¿Extrañas? ¡Ja! Un marido cabreado.
Tú hubieras muerto también
de manera extraña,
pero sin ese romanticismo,
que te atribuía el capitán.

Ya sabíamos todos que Sam
no sabía tocar al piano
más que aquella maldita canción.
Por eso se desacompasaba
de la orquesta y la moviola;

Como tú,
que dejaste dos vidas
y una viuda no reconocida
en
compás
de espera.

viernes, 10 de septiembre de 2010

ANIVERSARIO EN DACHAU


Dijimos “sin preguntas”,
aunque ahora hasta daría un euro-dólar
por tus pensamientos en negro.

Tal vez, te tenga que sacar
la moneda de debajo de la boca
para saber qué piensa un muerto
y, así, dejarte en esta orilla,
condenándote conmigo
sin blanca para pagarle al barquero.

Aquel día los alemanes iban de gris,
y tú llevabas esta misma gabardina
con la que limpio las gotas de whisky
en la misma mesa
donde nos dijimos “bis morgen, Liebe”.

Víctor e Ilsa pasaron a la Historia.
A la Historia de los libros, los diarios,
los homenajes y los sellos.
Tú y yo quedamos sellados,
como cada uno de los latigazos
que dejó la garra de Dachau
en mi espalda.

“Yo corría sobre el camino del campo,
hecho con las lápidas de los Horowitz.
como por el teclado de un viejo pianista,
de octava en octava mal percutida.

El ángel de la muerte me había desnudado.
Marcó con una estilográfica Sheaffer Wasp
los puntos de intervención:
La falsa judía era demasiado resistente,
demasiado lívida y demasiado rubia:

Había que inocularle la semilla de un ario

La misa del Gallo. Mi infancia en Leibnizstrasse.
La espalda en arco. Los ojos hacia el filamento de una bombilla.
El gramófono de la casa de mis padres: Preludio a la siesta de un Fauno.
Uno. Cuchillada abdominal de carne humana.
Primeros pasos de la mano de mi hermano en Schloss Sanssouci bei Potsdam.
Dos. Giro la cabeza: lleva una pistola.
El desván de la casa de mi abuela y mi amiga Hildegard.
Tres: Muere.
Me saco al SS de encima.
Cojo una gabardina y una boina. Paso el control. Disparan. Tú gritas: LASSEN SIE”

EL GOCE DEL DOLOR I


PARA COMPRENDER, ME DESTRUÍ (Fernando Pessoa).

He llegado al fondo del dolor; a esa habitación oscura donde tiritan los enfermos con uniforme blanco. Busco por las paredes, con el tacto estúpido del muñón, una grieta de la que salga un poco de luz.
Ya no sé vivir conmigo, sino fuera de mí, vertida como agua sucia sobre las flores de una tumba. La flor, esa felicidad cortada para adornar lo que por el contrario dura siempre.

1. UNA VIRGEN DE BUÑUEL.
He cogido el autobús temprano, dispuesta a ir a cualquier sitio lejos de mí. Subida al bus, me idiotizo y me convierto en una fotografía mal recortada de aquellas a las que se les hacía a los muertos en el siglo pasado. Me quedo hueca, contemplando sobre la ventana el reflejo de mis propias manos angulosas que me recuerdan a las de Nosferatu. Me deslizo por las falanges pálidas como una hormiga sobre una montaña de carne humana. Con las manos entrelazadas tengo aspecto de madre, de mística esquizofrénica, de virgen hecha de pan de oro y hasta debo reprimir el instinto de beatitud para no juntarlas haciendo un racimo de pecados.
Me dejo abatir por la circulación y las bocinas. Los conductores escupen por las ventanillas, los revisores siempre quieren echar a alguien a la calle. Nadie se da cuenta de que en el asiento de la derecha está la virgen de los podridos. Soy una iluminada de tubos de neón, fabricada en tiempos de ceguera. Pero, de pronto, alguien parece arrodillarse para pedir clemencia de mi mano incorrupta y, sin embargo, el milagro se desvanece, en el momento en que el desprotegido se ata los zapatos. Aunque casi sin querer, cuando pasa a mi lado, le susurro un lánguido “Ego te absolvo”, porque sólo el mayor pecador tiene derecho a perdonar, porque únicamente el asesino es el verdadero sacerdote del delito.
Qué dios es ése que puede limpiar de una culpa que desconoce. Sólo la depravación es sabedora de su alcance. Sólo ella puede borrar las manchas del espíritu, porque sólo ella es capaz de autorrectificarse, de inmolarse en nombre del Pecado.
Y mientras sigue entrando gente, ya que nunca salen -aunque así lo crean-, sigo degustando mi potencia cadavérica y apuntando condenas en la memoria. Me pegan codazos, empujan con las bolsas –reconozco que las viejas gordas son mi perdición, porque cargan con el féretro de mañana y no con las patatas de hoy-. Y un niño me sonríe desde una silla con una cesta y un oso blanco. Casi puedo escuchar el tintineo de unas campanillas que me devuelven a una época inmaculada y feliz, pero me horrorizo al comprobar que él también es muerte futurible y siento cómo su cuerpo pequeño se me deshace entre los brazos, putrefacto, tratando de unir a dentelladas la cabecita y los brazos, pero nunca hay misericordia. No hay contemplaciones ni siquiera para los que aún no se han embarrado.

miércoles, 8 de septiembre de 2010

LA NOCHE DE MI CUERPO


He visto el rostro de mi madre llorando,
reflejado en el suelo.
Me he asomado a la ventana
y me he vuelto lluvia que cae
sobre la ciudad insomne.
De noche pierdo por completo
la noción de mi cuerpo
y, poco a poco, me incorporo
a este paraíso de los idiotas.
La calle tiene un extraño color de gato nocturno
que casi no me deja reconocer
mis manos mezcladas en la niebla.
Estiro los brazos
por encima de los laberintos de hormigón
con el mismo vuelo que alzan mis manos
sobre los recuerdos.
El tiempo se despereza en esta noche
que es la noche de mi cuerpo
sobre la ciudad mojada.
Caen a raudales las aguas dormidas
que recorren los laberintos de cristal,
ciudades que sueñan dentro de una bola
que guarda la nieve del invierno
sobre las estancias durmientes.

martes, 7 de septiembre de 2010

LEDA ATÓNITA


Tengo las piernas manchadas de sangre
Y un estupor de alas en mi vientre.
El lascivo animal me poseyó aquí tirada
Mientras mi sexo ensangrentado aún doliente
Se cubre de plumas y un intenso olor a templo,
Que el dios del Olimpo ha venido transformado
Y todo lo inunda su divina presencia.

Un bello cisne se acercó a mis manos puras
Y entre juegos estiró su cuello entre mis piernas.
Mas sus alas me atraparon en un abrazo infinito
Del que fui presa para atravesar mi himen con su pico.
Sentí un dolor agudo, como de aguja de calceta,
Y caí desmadejada entre la humillación y el deseo apagado.
Sus alas acariciaron, entonces, mi cuerpo.

Yo soy Leda, la por Zeus amada como cisne por disfraz.
El que ahora se recuesta en mi pecho
Y duerme tranquilo el símbolo de Darío,
Sin saber que han de llegar otros tiempos
En los que se anuncie su caída, no en el Olimpo
Que es eterno e inmutable, sino en la tierra de los hombres
Que estrangularán el cuello del cisne.

jueves, 2 de septiembre de 2010

MÍRAME


Mírame.
No te avergüences de mi impúdica figura.
Courbet la pintó como “El origen del mundo”.
Fons et Origo a donde te conduce cada noche
Esa voz impertinente que tira de tu entrepierna.
El deseo, esa voz, que ahora confundido te tiene
Atrapado entre el eunuco y el voayeur.

Mírame, no ladees la cabeza y clava en mí
Tu mirada más concupiscente.
Mis piernas se han abierto para ti
Como el telón de un gran teatro
Para darte el mayor espectáculo del mundo
Y tú, privilegiado, estás en primera fila.
Tan cerca, que si quieres, puedes tocarlo.

Mírame, así.
Así, con los ojos febriles de adolescente.
Acércate más, que tu pecho late fuera de sí.
Póstrate ante él y olfatea su perfume de sal.
Te ha vencido el veneno de la hermosa flor abierta.
Pero, ahora, sacas fuerza de flaqueza
Y quieres extender tus dedos al abismo.

Mírame, así.
Así, con la boca del sediento en medio del mar.
Dibujas con placer círculos concéntricos sobre él
Y, orgullosamente, me tienes en tu red de náufrago
Que ya sólo quiere saber cuál es el sabor
Del agua de la fuente donde todo empezó.

miércoles, 1 de septiembre de 2010

¡CALLA Y DISPARA!




Se te nota por momentos que has sido seminarista.
Todo te parece pecado ahora, pero cuando te entregas
Tienes indulgencia plenaria para tu placer.
No me vengas diciendo que sólo una cualquiera haría esto.
Y sin embargo, no te avergüenza acariciar mis glúteos y
Contemplarme apenas con medias y liguero.

Esa cámara, ese objeto endemoniado, te esta llamando,
Aunque no quieras dejar recuerdo grabado de tus remordimientos.
Sólo te pido que la dispares y el recuerdo quedará
Entre mi almohada y mi obscenidad.
No me vengas con sermones baratos de cura de aldea,
Si no para eso, quédate en tu cama solo, la próxima vez.

Enfoca bien desde mi culo a los tacones,
Que ese pedazo de carne es delicia de otras bocas
Que saben apreciar el arte de la fotografía.
No me llames perversa ni malvada mujer,
Sólo te pido que dispares una sola vez.
Sé el artífice de mi fantasía y luego me darás
Un “Ego te absolvo” entre las sábanas.

Es muy sencillo, encanto, sólo hay que apretar.
Mirar por el cuadrado y girar el objetivo.
Dios también te perdonará por las noches indecentes
Y esta herejía que tu Eva ha puesto en tu mano.
Ya no soy una niña de colegio ni tú un maestro,
Así que guarda tus consejos para quien los pida.
Así que, ¡calla y dispara!, cretino.