viernes, 6 de mayo de 2011

ABANDONADA


Me siento en un rincón oscuro
A fumar y a contemplar el paso absurdo del tiempo.
No me reconozco en este papel de víctima del amor,
Porque el amor es un terreno que siempre me ha sido vedado.
Contigo llegó la gran promesa y el gran batacazo.

No me quedan lágrimas, sólo gritos ahogados en mi almohada.
Me has sableado como haría un ladrón a una dama despistada.
Y lo cierto es que llevaré tu nombre hasta mi muerte,
Porque has grabado a fuego en mis carnes tu triste silencio.
No quiero que la vida siga en esta noria estúpida.

Me queda el recuerdo de lo que fuiste algún día;
Algún día que las flechas del amor me hirieron de muerte.
Quédate con tus palabras bonitas y con tus mentiras,
Que yo seguiré en la vida y en la muerte,
Tan sola como un perro abandonado.

Lucía de Fraga.

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