lunes, 9 de enero de 2012

POR QUÉ TE PREGUNTO

Ya sé todo lo que tengo que saber.
Pero no sé por qué te vuelvo a preguntar.
La vida me ha enseñado a apretar las mandíbulas,
siempre ahí,  al borde del andén,
cuando los trenes pasan demasiado cerca.

Lo que la vida se empeña en ocultar,
se muestra en ti con toda su crudeza.
Sólo soy lo que ves:
una extraña fugitiva con los ojos perdidos,
que busca la razón entre los locos.

Ya no sé nada por mucho que pregunte.
Nos separan todos los continentes
por mucho que intentemos volver al mar.
El mar donde un día fui sal y
tú callada caricia de viento.

¿Qué fue de ese tiempo salvaje que vivimos?

L. de Fraga.











4 comentarios:

  1. La sombra del desamor cuando circunda nuestra espalda es dolorosa.Precioso poema lleno de tu alma.Besos amiga.

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  2. Me parece un gran tema el amor, creo que es el motivo por el que se tejen y destejen tantas sensaciones...sensaciones que son un nido de metáforas.

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  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  4. Vaya, chicos, esto funciona como quiere. Yo nunca suprimo los comentarios sean positivos o negativos, porque creo que éste es también vuestro espacio.
    Siento que hayamos perdido esta aportación.
    Un fuerte abrazo y gracias porque sois el único sueño que perdura al despertar.
    Besos,
    L. de Fraga.

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