sábado, 29 de septiembre de 2012

¡AQUÍ ESTÁ MI CABEZA! QUE ME PEGUEN (YO TAMBIÉN SOY 25-S)

No puedo contener la indignación ni la rabia. Mi sitio está junto a todos aquellos que se os habéis echado a las calles por la Libertad y la recuperación de la Democracia.
Aunque no pueda estar ni en Neptuno, ni en La Carrera de San Jerónimo, ni alrededor del Congreso, quiero que sepáis que cada golpe que habéis recibido y recibáis, deseo compartirlo en mis propias carnes y unirme a vuestras voces que claman por Nuestros Derechos.
Desde aquí, pongo mi cabeza a la disposición de quien corresponda para que me la abran y así dejar que se expandan Nuestros Ideales.
Es fácil hablar desde la distancia, pero os aseguro que si estuviera en mi mano, en este momento, estaría junto a todos vosotros y no aquí donde nadie me puede oír.
Yo también quiero poner mi cabeza y que sea lo que tenga que ser.
Siento profundamente no poder formar parte de este momento histórico que, sin duda, marcará una Nueva Era.
A todos los que estáis ahí, mirando sin miedo por la Justicia y dejándoos apalear por todo en lo que creéis. Mi más sincero apoyo y máximo respeto.


Lucía de Fraga

jueves, 20 de septiembre de 2012

YO, LA MALA DE LA PELÍCULA

Me gané a pulso el falso título de "Mujer Fatal"
-casi sin querer-
y todos me creyeron.
Esquiva, inaccesible, eróticamente desafiante
para todos los hombres pagados de sí mismos.

Ésos: mendigos patéticos que se achicaban
con mi última palabra, la máxima distancia de seguridad
y mis negros ojos clavados en el punto fijo
de aquella arrogancia que se disolvía
ante la presencia de la mujer con alas de cuervo.

Sí, "Mujer Fatal" y de insultante juventud.
Una juventud que no debía ser descubierta
en su desamparo y en su fragilidad.
Antes abrigo feroz y forro de espinas
que aullante doncella de heridas abiertas.

Ni el tacón alto de charol, ni el cruce de piernas,
ni tan siquiera la ceja erguida y el cuello enhiesto
podían acallar el dolor que destilaba lágrimas
negras y borrosas al final de una función sin público.
Ésa que acaba en cualquier retrete sucio y, tú, sin pañuelo.

Tiempo al tiempo, amiga mía.
Cualquier día puede desintegrarse esa dura corteza
en la que te envuelves con medias negras
y ese estudiado maquillaje de luz y sombra.
Que sea lo que tenga que ser.

Sí, hasta las "Mujeres Fatales" crecen
y, curiosamente, al renacer tan sólo son
la sombra de una niña asustada.

Lucía de Fraga.





DÍA DE AGRADECIMIENTOS: "GUÍA VIVA DE ORTODXOS Y HETERODOXOS EN LA POESÍA GALLEGA CONTEMPORÁNEA", AYER EN EL ATENEO DE MADRID.

Ayer el Ateneo de Madrid presentó "Guía viva de ortodoxos y heterodoxos en la Poesía Gallega Contemporánea. Apuntes para no disolverse en la común semilla del tiempo" (Ed. Antonino Nieto). Muchos fueron los gallegos antologados que recitaron sus poemas, pero el cierre del
acto no pudo ser más emocionante para mí: Miguel Losada, amigo auténtico y entrañable, quiso hacer un tributo a los que no estábamos en Madrid y tuvo la enorme deferencia de cerrar el acto con mi poema "Puta Inocencia". Agradezco de la manera más sincera que os podáis imaginar un gesto tan generoso por parte de Don Miguel Losada y, también, el sumo cuidado, mimo y apoyo que he recibido en todo momento por parte de Don Antonino Nieto. A todos y cada uno de los que me seguís o me prestáis vuestro tiempo para leer "los extravagantes hijos de mi fantasía" -que diría Bécquer- mi más sincera gratitud y un emocionado abrazo.
Lucía de Fraga.

martes, 11 de septiembre de 2012

LA VISIÓN DE PABLO MÜLLER DEL POEMARIO "NOSTALGIA DEL ACERO"

Les invito a que se paseen por el blog "Papeles de Pablo Müller" de Javier Bermúdez Valencia que ha tenido la deferencia de escribir el siguiente post: (dirección del blog en "etiqueta", al final de la entrada)

NOSTALGIA DEL ACERO DE LUCÍA DE FRAGA

(por Javier Bermúdez Valencia)




A Coruña, agosto de 2012 por Pablo Müller

La poesía de Lucia de Fraga es firme y sólida como el acero. Su voz metalúrgica se acerca decidida a los versos en Nostalgia del acero, Los libros del caracol, Follas Novas edicións, pagando el correspondiente precio de rabia y soledad “a la caricia del verdugo antes de dormir”.
Pero sólo los necios confunden precio y valor, rabia y sarcasmo.
Las “niñas rotas” se incorporan al “paraíso de los idiotas” desde un refugio del dolor: “desaforada”, “desnuda”, destrozada en busca del “descanso de la arena” tras el poema.
“…demando a dentelladas del pasado
lo que por derecho el tiempo me debe.”
La poesía de Lucia de Fraga abarca la necesaria identidad:
 “Hace días que confundo las ventanas y los espejos,
porque ya no recuerdo haberme visto
en ninguna parte.”
y el control de la vida propia: “Cortar la baraja con mi mano de cuervo”, el control mediante el combate: “Yo he tenido un patio de armas dentro del cuarto de baño” y sus heridas: “la caricia heredada de la aguja”, “Las brújulas que corren por mi garganta”. Imágenes poderosas y rotundas, con un lenguaje exprimido para el asombro:
“Alumbraré al hijo fruto de la piedra”
La soledad y el castigo de los hoteles: “con la misma ternura que pondría una madre suicida.”, hoteles donde duerme un cuerpo castigado a ser cuna de las cicatrices del otro: mi cuerpo ha sido castigo, / cuna dulce de tus cicatrices,” “una mano tuya es una pezuña de cerdo” y “por eso un abrazo tuyo / es como de ángel con alas de cemento” pero ángel, vencido por el peso pero ángel.
Los hospitales y sus habitaciones de angustia: “No tengo más forma que la de un agujero.”, la estirpe: “los mitos y los padres jamás deberían caer.” El peso de la herencia de la familia:
“Me pesan todas las generaciones,
las pasadas y las que están por venir.”
Y la falta de esperanza:
“Mañana ya no será otro día,
sino uno menos”
Un necesario paso para iniciar la búsqueda de otra esperanza, aunque tenga otro nombre como metal, acero o carcajada.
Muchas gracias Lucia.

A Coruña, agosto de 2012 por Pablo Müller


miércoles, 5 de septiembre de 2012

PESCADO MUERTO

Parece mentira, pero todo, todo
es absolutamente cíclico...
No estoy para que me preguntes
sobre el sexo de los ángeles
o el misterio de la Santísima Trinidad.

Hace apenas unos minutos
estaba agarrada a un timón.
Creo que vomitaba sobre la cubierta.
¿Lo comprendes?
Todo vuelve a empezar.

Ya ha oscurecido: ¿vendrá la calma?
Insoportables gritos de niños en el parque,
sucios y perversos en horario no permitido.
Papel amarillo, náuseas, capilares reventados
y un árbol mutilado que grita.

Me he deshecho de todo;
me he vaciado por dentro,
me he descamado por fuera.
Todo vuelve, pero con cambios.
Soy un pez destripado en una mesa cualquiera.

Lucía de Fraga.