jueves, 10 de enero de 2013

PLAZA VACANTE

He abandonado mi puesto
y mi silla está vacía.
Ya no quiero continuar
con este extraño viaje
de paradas permanentes.

Hoy decido que no,
que no quiero ocupar
más vagones de ultratumba
y sólo deseo que me den
el finiquito de lo que me deben.

Dejo una plaza vacante
por si a alguien le interesa.
Vivir me cansa demasiado
y necesito olvidarlo todo,
porque yo ya no soy yo.

Quien decida sustituirme,
si es que a alguien le interesa,
debe ser feliz tanto como pueda.
Mi tristeza es el pan de cada día
con fruto venenoso y estéril.

Dejo una plaza vacante.
Tómela quien desée vivir.
Yo ya estoy cansada
y no me quedan más fuerzas.
Viva quien sepa vivir.

L. de Fraga.

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